martes, 13 de diciembre de 2016

Disfrutar de la vida


VALORAR EL DÍA A DÍA REFUERZA Y DA ALAS PARA ENCARAR EL FUTURO

«Cuando bailas, tu objetivo no es ir a un lugar determinado de la pista. Es disfrutar cada paso del camino», afirma el psicólogo y escritor Wayne Dyer. A veces no podemos escoger la música que nos gusta, pero sí decidir cómo bailamos y con quién.

"Amanece, que no es poco" asegura el dicho, pero estamos tan acostumbrados a ello que a menudo no somos capaces de ver la belleza del amanecer, la trascendencia de que exista un nuevo día y la importancia de que nos hayamos despertado vivos en él. Detenernos a pensar para ser conscientes del regalo de la vida y tener la voluntad de disfrutarla es primordial para gozar de una existencia plena y feliz

Qué está en tu mano cambiar

  • Busca y resalta lo positivo. “El tiempo hermoso y el mal tiempo están dentro de nosotros, no fuera”, afirma el escritor chino Lin Yutang. La vida tiene nubes y claros y, por supuesto, hay tempestades que no podemos evitar, pero decidir que luzca el solo llueva sobre mojado es una decisión personal: ¿quieres gozar de tu existencia o lamentarte por ella?
  • Vive el presente. Nuestra mente tiende a fantasear con lo que hemos hecho o haremos, algo que nos sirve para aprender de los errores y aciertos del pasado y planear el futuro, siempre que no nos perdamos en ensoñaciones. Si notas que esto te ocurre, sitúate en el presente, retoma el contacto con lo que estás haciendo ahora y aquí, observa tu entorno y a ti, y procura disfrutar del momento que estás viviendo.
  • Adiós a lo innecesario. Para avanzar necesitamos soltar lastre, Si no lo hacemos, el amarre con el pasado nos retendrá. Desprendernos de lo material ayuda, por lo que es bueno empezar por tirar o regalar lo que no usamos y entorpece nuestra marcha, Después, también hay que dejar atrás los recuerdos y sentimientos que duelen y paralizan, 
  • Perdona. Decía Wllliam Shakespeare que "el perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito: bendice al que lo da y al que lo recibe". Perdonar el daño recibido y a quien lo infligió libera, es una forma más de desprenderse de los sentimientos negativos y dejar espacio a nuevas experiencias agradables y enriquecedoras. 
  • Cuídate. Come y duerme bien, sal a pasear, lee y escucha música, baila, ríe, disfruta de conversaciones con los amigos, da y recibe el cariño de quien amas... Vivir de forma sana, apreciar los placeres sencillos y mostrar los afectos es clave para estar a gusto en la propia piel y para recuperar el equilibrio, nos ayuda a sentirnos más fuertes y seguros ante los acontecimientos y los demás. 
  • Confía en ti y decide. Tú sabes qué quieres, haz lo que esté en tu mano para que suceda. Recordando de nuevo las palabras de Dyer, autor del «best-seller» "Tus zonas erróneas”, «Puedes mirarte a ti mismo con ojos nuevos y abrirte a nuevas experiencias que nunca llegaste a pensar que podrían estar dentro de tus posibilidades como ser humano, o puedes seguir haciendo las mismas cosas, de la misma manera, hasta que te entierren». 

«La vida no es un problema que tiene que ser resuelto, sino una realidad que debe ser experimentada» Soren Kierkegaard, filósofo danés.
Escucha tu cuerpo y tu corazón
Las emociones tienen su origen en las sensaciones y los sentimientos, no en la razón. Por eso, todo lo que nos llega a través de los sentidos y las reacciones que nos produce son importantes y deberían recibir más atención de la que a menudo les prestamos, ya que sentir es básico para obtener placer.

  • Conéctate. El cuerpo nos transmite información de nuestro entorno y de nuestro interior, como el malestar, el dolor, la calidez, la ternura, las “mariposas en el estómago y tantas otras cosas a las que deberíamos prestar más atención y responder. No “escuchar” las emociones que crea o nos transmite el cuerpo es aislarnos del mundo y de nosotros mismos. 
  • Percibe. Llénate de sensaciones: nota cómo el sol y los tejidos tocan tu piel, huele el aroma de la comida y saborea sus gustos y texturas, mira el cielo y sus distintos colores, las formas de las nubes ... Además de proporcionarte pequeños placeres cotidianos, abrirte a la percepción de los sentidos te ayudará a conocerte mejor y saber qué te gusta y qué no. 
  • Decide desde tu interior. ¿Cuántas veces te has arrepentido de no haber seguido los dictados de tu corazón? Escúchalo, ya que puede aportarte un punto de vista diferente a la razón y también muy válido. Como decía la activista Hellen Keller, «las mejores y más bellas cosas en el mundo no pueden verse, ni siquiera tocarse. Deben sentirse con el corazón». 

Haz aquello que de verdad te gusta
Mantenernos ocupados en actividades que nos motivan y satisfacen nos ayuda a estar contentos y aleja el estrés. Para conseguirlo, sigue estas pautas:

  • Libera tu creatividad. ¿Quién te dijo que no dibujas bien? Si es lo que te apetece, ¡hazlo! Deja fluir tu mente y goza de la experiencia: canta, escribe, pinta, cocina... Disfruta. 
  • Ten curiosidad. Acercarte a lo nuevo y desconocido con voluntad de explorador te permitirá descubrir cosas y posibilidades que te aportarán conocimiento, experiencia y dicha. 
  • Juega. No creas que es "cosa de niños". El juego estimula la mente, favorece la autoestima y la sociabilidad, produce placer y "es la mayor forma de investigación”, afirmaba el científico AIbert Einstein. 

Fuente: Revista PRONTOwww.pronto.es







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