martes, 27 de diciembre de 2016

Aprender a perdonar


Aprender a perdonar, un ejercicio reparador

AUNQUE NO SIEMPRE ES FÁCIL, ACABA BENEFICIANDO A AMBAS PARTES 

Tener la capacidad de olvidar una ofensa sin esperar nada a cambio es una actitud muy generosa que no todo el mundo ejerce. Muchas veces es necesario aprender a desarrollar esa capacidad para poder perdonar a quien nos ha decepcionado y hacerlo sin resentimiento. Lograrlo supone una gran satisfacción tanto para la persona que perdona como para quien pide disculpas. 

«El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito: bendice al que lo da y al que lo recibe», afirmaba el célebre escritor William Shakespeare. Desde pequeños nos han inculcado que debemos perdonar a los demás, porque todos cometemos errores y es un acto bondadoso disculparlos. Sin embargo, remitir una deuda u ofensa sin contrapartida (como se define el acto de perdonar) implica olvidar cosas que nos han molestado en pro de un bien común. ¡Aprende a hacerlo y tendrás tu recompensa! 

Sin resentimientos 
Conceder una disculpa supone abandonar el resentimiento y la indiferencia que nos genera la persona que nos ha ofendido. 

·         Trágate el orgullo. Cambiar la rabia y la ira que automáticamente nos genera una situación de dolor no es una tarea sencilla. El primer paso es intentar dejar de lado el orgullo, el mayor enemigo para lograrlo. Para el poeta mexicano Amado Nervo, «si eres orgulloso, conviene que ames la soledad; los orgullosos siempre se quedan solos». Esta frase alerta del riesgo que pueden sufrir quienes no son capaces de perdonar. El resentimiento logra aislarnos de los demás y acaba volviéndose en contra nuestro. 

·         Sé humilde. Ceder no es perder. Reconsiderar una postura y cuestionar nuestra actitud es una acción muy valiente que demuestra que tenemos la capacidad de ampliar nuestra perspectiva. En este aspecto, la humildad es una gran aliada, ya que nos hace más humanos y tolerantes. 

·         Cultiva la empatía. Siempre es mucho más fácil perdonar a quien ha actuado sin mala intención que al que nos ha causado un daño voluntario y gratuito. En ambos casos, tener la capacidad de ponernos en su lugar e intentar entender el por qué de su comportamiento facilitará que podamos perdonarles antes. 

·         Libérate. Cuando lo hacemos, nos quitamos un peso de encima, casi literalmente. La sensación de ligereza y sosiego es absoluta y estar en paz nos reconforta. 

·         Reconcíliate desde dentro. Para conseguir resolver el problema debes tener el convencimiento de que quieres pasar página y dejar definitivamente de lado el conflicto. No es fácil perdonar una infidelidad, la traición de un amigo o un trato familiar injusto, pero ¿qué obtenemos si les guardamos rencor? Intenta eliminarlo para que la situación no te colapse y puedas avanzar. 

Hablar de tú a tú 
Todo este proceso de interiorizar la situación, asumirla y decidir dar una nueva oportunidad puede completarse con una charla de tú a tú que aclare la situación. 

·         Actitud conciliadora. Pregunta qué razones le han llevado a actuar así y escucha sus argumentos; te ayudará a comprender mejor algunos aspectos. También debes expresarle claramente cómo te has sentido con sus palabras o actos. De esta manera, cerrarás las heridas que quedaron abiertas y ambas partes respiraréis aliviados. Eso no significa que tengas que retomar la relación: muchas personas perdonan, pero no olvidan. Tú eliges el camino. 

«Perdonar es el valor de los valientes. Sólo el que es bastante fuerte para perdonar una ofensa sabe amar» Mahatma Ghandi, pensador indio.


TENDER PUENTES: UNA ACTITUD CON MUCHOS BENEFICIOS PARA LA SALUD 
Al margen de los beneficios psicológicos y emocionales analizados, saber perdonar beneficia al organismo, ya que mejora la salud en general. 

·         MENOS ESTRÉS. Varias investigaciones revelan que quienes perdonan sufren menos ansiedad y tienen una mayor capacidad para evitar los estados depresivos, ya que, cuando lo hacen, sus niveles de cortisol (la hormona que el organismo genera en situaciones de estrés) disminuyen. 

·         CORAZÓN SANO. Relacionado con lo anterior, las personas que guardan rencor suelen tener ritmos cardíacos más altos (y, en consecuencia, una tensión arterial más elevada), mientras que quienes son más empáticos la mantienen a raya. La investigación Forgiveness and Physical Health se ha centrado en este aspecto y concluye que, cuanto mayor es la capacidad de perdonar de una persona, menos problemas de salud coronaria podrá presentar a lo largo de su vida, y al revés. ¡Trabaja esa aptitud y gana años de vida! 

·         REDUCE EL DOLOR. Según un estudio realizado por investigadores del Duke University Medical Center (EEUU), perdonar puede reducir el dolor físico. Esta conclusión se extrajo después de analizar a 61 participantes con dolor de espalda crónico: los que eran capaces de perdonar presentaban niveles de dolor más bajos que quienes no lo hacían. 

UN TRAMPOLÍN PARA MEJORAR
AI final, perdonar es un acto de compasión, bondad y generosidad que te hará desarrollar otras capacidades y ser mejor persona. 

·         CRECIMIENTO PERSONAL. Transformar una experiencia negativa en un aprendizaje es un ejercicio de madurez y aceptación que puede ayudarnos a afrontar otras situaciones. 

·         UNA LECCIÓN DE VIDA. Saber perdonar dice mucho a favor de quien lo hace y despierta la admiración de la persona que nos ha decepcionado, llevándole a reflexionar sobre su conducta.

Fuente: Revista PRONTO
www.pronto.es


martes, 20 de diciembre de 2016

Cambiar de hábitos


La mejor estrategia para cambiar de hábitos y mejorar tu vida 

CON VOLUNTAD Y PERSISTENCIA CONSEGUIREMOS NUESTROS OBJETIVOS 

Nunca es tarde para dar un nuevo giro a nuestra trayectoria vital. Siempre estamos a tiempo de aprender cosas, conocer otras personas o iniciar una actividad nueva. No siempre resulta fácil, porque la rutina y lo conocido nos proporcionan una seguridad a la que cuesta renunciar, pero vale la pena realizar ese esfuerzo. 

Imagínate que te regalan una vida, nueva y sin estrenar, y te piden que la llenes con cosas que te gusten, ¿Te seduce la idea? Pues no hace falta que nadie te la ponga en bandeja.Tan sólo necesitas atreverte y darle al botón de «reiniciar» sin miedo. Te espera una existencia llena de experiencias nuevas y enriquecedoras.

Atrévete a ser quien realmente quieres ser 
Hay varias señales que nos indican la necesidad de realizar un cambio vital. La sensación de hacer siempre lo mismo, de no avanzar, es una de ellas. También puedes sentir la necesidad de mejorar como persona o de incorporar a tu vida unos hábitos nuevos para enriquecerla. Si te encuentras en esta situación, es necesario reconfigurar lo que se llama el mapa cerebral y atreverte a hacer las cosas de otra manera.

  • Cambiar es positivo. Aferrarse al pasado por la simple razón de que «siempre ha sido así» no tiene sentido hoy en día. Si, por ejemplo, no te gusta tu cuerpo, haz ejercicio para mejorarlo; si tu vida es aburrida, atrévete a practicar un hobby nuevo, etc. Todo ello supone un esfuerzo, pero, una vez hayas concluido la lucha, te sentirás más feliz, fortalecido y contento de ti mismo. 
  • Y estamos capacitados para ello. No valen excusas. Nuestro cerebro es un órgano plástico, es decir, que se transforma constantemente. Las neuronas crean nuevas conexiones y nos permiten aprender y mejorar nuestras capacidades. Pero para que este milagro se haga realidad es necesario tener la voluntad de hacerlo. Nosotros somos quienes, a través de nuestros actos, podemos modificar nuestra vida. 

Empieza a partir de ahora mismo
Si ya estás decidido, no esperes más. El mejor momento para hacerlo es hoy. El destino te está esperando.

  • No esperes resultados inmediatos. Cambiar un hábito, sobre todo si está muy arraigado, requiere tiempo y esfuerzo. Es imposible conseguirlo de un día para otro. Si eres paciente y persistes, conseguirás lo que se denomina automatizar un hábito, es decir incorporarlo a tu vida y lograr hacerlo de forma natural, sin esfuerzo. 
  • Ponle interés. La mejor forma de conseguir un objetivo es implicarse emocionalmente en él. Trata de entusiasmarte con el nuevo proyecto y trata de encontrar estímulos que te permitan sacar toda la fuerza que tienes dentro.
  • Evita el autoboicot. Nuestra mente puede resultar muy traicionera. Para evitar esfuerzos, es muy posible que nos mande mensajes como «mejor quedarse en casa», «para qué sirve esforzarte si después no va a llevarnos a ningún sitio», etc. ¿Te suenan estos pensamientos? Pues no dudes en hacerles caso omiso. 

«Se dice que el tiempo cambia las cosas, pero en realidad es uno mismo quien tiene que cambiarlas». Andy Warhol, artista plástico estadounidense.
Las 4 preguntas que te marcarán el camino
Es normal que, cuando estemos a punto de iniciar un cambio en nuestra vida, nos sintamos algo desorientados. Para encontrar más fácilmente la dirección que debemos tomar, hazte estas preguntas.

  • ¿QUÉ ES LO QUE QUIERO? Hay que tener muy claro cuál es el objetivo a seguir. A la hora de formular tus deseos, hay que ser concretos y realistas. No es aconsejable abordar varios proyectos a la vez (mejor de uno en uno), ni tampoco ser excesivamente ambicioso. Si el proyecto es difícil, es mejor establecer pequeñas metas para ir consiguiéndolo poco a poco. 
  • ¿CUÁNDO LO QUIERO? A la hora de concretar tus objetivos, es muy importante establecer un plazo concreto para conseguirlos. De lo contrario, es posible que lo acabes postergando definitivamente. 
  • ¿PARA QUÉ? Buscar una motivación te ayudará a no abandonar el proyecto cuando te falten las fuerzas. Si, por ejemplo, quieres perder peso, debes pensar en lo bien que te encontrarás cuando lo hayas conseguido. 
  • ¿CON QUÉ? Consiste en reflexionar sobre los recursos que necesitas para lograr tus metas. Ver si estás lo suficientemente preparado, si tienes la capacidad para hacerlo, etc. Si, por ejemplo, quieres irte a vivir al extranjero, es aconsejable que antes aprendas el idioma del país. 

Dos meses y medio para lograr tu objetivo
Un estudio de la University ColIege de Londres ha demostrado que hacen falta 66 días para que se cree un hábito y se mantenga durante años.

  • LA  CLAVE ESTÁ EN LA INSISTENCIA. «Si repites algo cada día en la misma situación, se convierte en una reacción automática», asegura la psicóloga Jean Wardle, responsable del estudio. Tanto si tu propósito es dejar de fumar como empezar a hacer deporte o aprender a tocar un instrumento, la clave está, por lo tanto, en ser constante un día tras otro. 

Fuente: Revista PRONTO
www.pronto.es



martes, 13 de diciembre de 2016

La actitud que conduce al éxito



  • Las únicas batallas que de verdad se pierden son las que no se libran.
  • Si tienes un "por qué", podrás enfrentarte a cualquier "cómo".
  • Nuestra vida está compuesta por sueños que adquieren su valor cuando los unimos a la acción. ¿Y qué es lo que nos frena? Las dudas y los miedos que sólo existen en nuestra mente.
  • Es duro caer, pero todavía es peor no haber intentado nunca subir.
  • Todo es posible si creemos en ello y luchamos sin desánimo.
  • Más hace el que quiere que el que puede.
  • Cuando una persona se compromete de verdad con lo que desea, muestra fuerzas insospechadas y habilidades que parecían estar esperando a ser descubiertas.




Fuente: Revista PRONTO

www.pronto.es




Disfrutar de la vida


VALORAR EL DÍA A DÍA REFUERZA Y DA ALAS PARA ENCARAR EL FUTURO

«Cuando bailas, tu objetivo no es ir a un lugar determinado de la pista. Es disfrutar cada paso del camino», afirma el psicólogo y escritor Wayne Dyer. A veces no podemos escoger la música que nos gusta, pero sí decidir cómo bailamos y con quién.

"Amanece, que no es poco" asegura el dicho, pero estamos tan acostumbrados a ello que a menudo no somos capaces de ver la belleza del amanecer, la trascendencia de que exista un nuevo día y la importancia de que nos hayamos despertado vivos en él. Detenernos a pensar para ser conscientes del regalo de la vida y tener la voluntad de disfrutarla es primordial para gozar de una existencia plena y feliz

Qué está en tu mano cambiar

  • Busca y resalta lo positivo. “El tiempo hermoso y el mal tiempo están dentro de nosotros, no fuera”, afirma el escritor chino Lin Yutang. La vida tiene nubes y claros y, por supuesto, hay tempestades que no podemos evitar, pero decidir que luzca el solo llueva sobre mojado es una decisión personal: ¿quieres gozar de tu existencia o lamentarte por ella?
  • Vive el presente. Nuestra mente tiende a fantasear con lo que hemos hecho o haremos, algo que nos sirve para aprender de los errores y aciertos del pasado y planear el futuro, siempre que no nos perdamos en ensoñaciones. Si notas que esto te ocurre, sitúate en el presente, retoma el contacto con lo que estás haciendo ahora y aquí, observa tu entorno y a ti, y procura disfrutar del momento que estás viviendo.
  • Adiós a lo innecesario. Para avanzar necesitamos soltar lastre, Si no lo hacemos, el amarre con el pasado nos retendrá. Desprendernos de lo material ayuda, por lo que es bueno empezar por tirar o regalar lo que no usamos y entorpece nuestra marcha, Después, también hay que dejar atrás los recuerdos y sentimientos que duelen y paralizan, 
  • Perdona. Decía Wllliam Shakespeare que "el perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito: bendice al que lo da y al que lo recibe". Perdonar el daño recibido y a quien lo infligió libera, es una forma más de desprenderse de los sentimientos negativos y dejar espacio a nuevas experiencias agradables y enriquecedoras. 
  • Cuídate. Come y duerme bien, sal a pasear, lee y escucha música, baila, ríe, disfruta de conversaciones con los amigos, da y recibe el cariño de quien amas... Vivir de forma sana, apreciar los placeres sencillos y mostrar los afectos es clave para estar a gusto en la propia piel y para recuperar el equilibrio, nos ayuda a sentirnos más fuertes y seguros ante los acontecimientos y los demás. 
  • Confía en ti y decide. Tú sabes qué quieres, haz lo que esté en tu mano para que suceda. Recordando de nuevo las palabras de Dyer, autor del «best-seller» "Tus zonas erróneas”, «Puedes mirarte a ti mismo con ojos nuevos y abrirte a nuevas experiencias que nunca llegaste a pensar que podrían estar dentro de tus posibilidades como ser humano, o puedes seguir haciendo las mismas cosas, de la misma manera, hasta que te entierren». 

«La vida no es un problema que tiene que ser resuelto, sino una realidad que debe ser experimentada» Soren Kierkegaard, filósofo danés.
Escucha tu cuerpo y tu corazón
Las emociones tienen su origen en las sensaciones y los sentimientos, no en la razón. Por eso, todo lo que nos llega a través de los sentidos y las reacciones que nos produce son importantes y deberían recibir más atención de la que a menudo les prestamos, ya que sentir es básico para obtener placer.

  • Conéctate. El cuerpo nos transmite información de nuestro entorno y de nuestro interior, como el malestar, el dolor, la calidez, la ternura, las “mariposas en el estómago y tantas otras cosas a las que deberíamos prestar más atención y responder. No “escuchar” las emociones que crea o nos transmite el cuerpo es aislarnos del mundo y de nosotros mismos. 
  • Percibe. Llénate de sensaciones: nota cómo el sol y los tejidos tocan tu piel, huele el aroma de la comida y saborea sus gustos y texturas, mira el cielo y sus distintos colores, las formas de las nubes ... Además de proporcionarte pequeños placeres cotidianos, abrirte a la percepción de los sentidos te ayudará a conocerte mejor y saber qué te gusta y qué no. 
  • Decide desde tu interior. ¿Cuántas veces te has arrepentido de no haber seguido los dictados de tu corazón? Escúchalo, ya que puede aportarte un punto de vista diferente a la razón y también muy válido. Como decía la activista Hellen Keller, «las mejores y más bellas cosas en el mundo no pueden verse, ni siquiera tocarse. Deben sentirse con el corazón». 

Haz aquello que de verdad te gusta
Mantenernos ocupados en actividades que nos motivan y satisfacen nos ayuda a estar contentos y aleja el estrés. Para conseguirlo, sigue estas pautas:

  • Libera tu creatividad. ¿Quién te dijo que no dibujas bien? Si es lo que te apetece, ¡hazlo! Deja fluir tu mente y goza de la experiencia: canta, escribe, pinta, cocina... Disfruta. 
  • Ten curiosidad. Acercarte a lo nuevo y desconocido con voluntad de explorador te permitirá descubrir cosas y posibilidades que te aportarán conocimiento, experiencia y dicha. 
  • Juega. No creas que es "cosa de niños". El juego estimula la mente, favorece la autoestima y la sociabilidad, produce placer y "es la mayor forma de investigación”, afirmaba el científico AIbert Einstein. 

Fuente: Revista PRONTOwww.pronto.es







martes, 6 de diciembre de 2016

Descubre tus capacidades


La fórmula del éxito es sencilla:

  • Creatividad
  • Seguridad
  • Perseverancia

Cada uno de nosotros tiene una meta personal a la espera de ser descubierta.

  • Para conseguir nuestras metas es fundamental pensar diferente, y cuestionar lo que se supone que es normal.
  • Se trata, por tanto, de ser fiel a nuestras ideas, no temer el fracaso y atrevernos a aportar algo nuevo, aunque por ello tengamos que ir a contracorriente.

No temas ser quien eres:

  • En ocasiones tememos enfrentarnos con nuestro verdadero yo, porque eso nos obligaría a replantearnos algunos aspectos de nuestra vida.
  • Nuestro miedo más profundo es el hecho de ser aún más poderosos de lo que nos imaginamos. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Hay que ser valientes.

No desistas ante los primeros fracasos. El talento es una disciplina tenaz y una larga paciencia.

  • El día en que la situación sea propicia para obtener nuestro objetivo, es importante que estemos preparados. Cuando se den los dos parámetros TALENTO y OPORTUNIDAD, se puede decir que habremos logrado el éxito.

Las 4 preguntas que te ayudarán a conocer tu potencial:

  • ¿Cuáles de tus capacidades son las que más valoran los demás?
  • ¿Qué es lo que querías ser cuando eras un niño?
  • ¿Qué actividad te gusta tanto que no eres consciente del tiempo que pasas cuando la practicas?
  • ¿Qué actividad profesional realizarías sin cobrar?

¿Cuál es tu misión en la vida?

  • La vocación es una suma entre la aptitud personal, la constancia y, sobre todo, el interés.
  • Este último valor es el motor que nos dará la energía necesaria para superar las dificultades y conseguir nuestros objetivos.
  • A la hora de elegir tu propio camino, no pienses por encima de todo en el status que te supondría tal o cual ocupación o en lo contentos que se pondrían tus padres o pareja, sino en lo que tú realmente quiere, en aquello que te produciría una auténtica satisfacción personal.
  • Sabrás si el camino que has elegido es el correcto cuando, a la hora de enfrentarte con las primeras dificultades, en lugar de tomarlo como una obligación, lo tomas como un reto. De esta manera, tendrás la fuerza necesaria para conseguirlo.




Fuente: Revista PRONTO

www.pronto.es





martes, 29 de noviembre de 2016

La importancia de las palabras. Experimento con arroz.

En esta entrada os ponemos un vídeo que demuestra la importancia que tienen la forma en la que nos dirigimos a los demás y la forma en la que los demás se dirigen hacia nosotros.

Esto es algo que sabemos, pero en este simple vídeo nos demuestran de qué manera nos afecta.
Seamos cuidadosos y amables. No cuesta nada.
Roberto.


Experimento con arroz







lunes, 28 de noviembre de 2016

Acaba con el estrés y disfruta de una vida más tranquila



No sólo los trabajadores están estresados, también las amas de casa, los pensionistas e, incluso, los niños pueden estarlo si están sometidos a una constante tensión nerviosa. Para evitar que esta situación se adueñe de nuestras vidas, es importante cambiar algunos de nuestros hábitos.

Dificultades para concentrarse, malhumor, ansiedad... cuando este tipo de síntomas se prolongan en el tiempo, es posible que nos encontremos ante una situación de estrés crónico. Revisar nuestras prioridades, reorganizar nuestras rutinas y, sobre todo, pensar más en nosotros mismos y nuestra felicidad nos permitirá, junto con la adopción de hábitos más saludables, recuperar el equilibrio físico y mental.

·        ¿Estresado yo? Cómo saberlo. Cuando se vive en una situación de estrés permanente no es fácil reconocerlo, ya que estamos tan acostumbrados a ello que la percibimos como parte de nuestro estilo de vida y no le damos la importancia que realmente tiene. Hay una serie de síntomas, sin embargo, que resultan fáciles de percibir y que nos pueden dar importantes pistas sobre nuestro estado anímico.

o   SINTOMAS FÍSICOS.
§  Sensación de presión en el pecho.
§  Problemas digestivos, como diarrea, vómitos, dolor de estómago o estreñimiento.
§  Tartamudeo y otros problemas de habla.
§  Necesidad frecuente de orinar.
§  Sudor en las palmas de las manos. Manos y pies fríos.
§  Dolor de cabeza (sobre todo migraña).
§  Palpitaciones.
§  Dificultad para tragar o para respirar.
§  Sequedad en la boca.
§  Temblor corporal y tics nerviosos.
§  Tensión muscular.

o   SÍNTOMAS EMOCIONALES
§  Inquietud. Nerviosismo, irritabilidad, ataques de angustia...
§  Tristeza. Sensación de tener un nudo en la garganta, deseos de llorar casi permanentes...
§  Conducta impulsiva e irritabilidad. Enfado permanente con las personas que tenemos a nuestro alrededor. En casos extremos, ira descontrolada, deseos de gritar e insultar...
§  Sensación de miedo. Preocupación excesiva por lo que nos puede pasar a nosotros mismos (miedo a perder el trabajo, a caer enfermos... ), y a las personas que queremos (temor porque algo le pase a la pareja, a un hijo, etc.).
§  Problemas cognitivos. Dificultad para concentrarse, problemas de memoria, etc.

o   CAMBIO DE CONDUCTA
§  Necesidad de moverse continuamente sin razón aparente.
§  Risa nerviosa y chillona.
§  Rechinar los dientes (bruxismo).
§  Apatía sexual.
§  No comer o comer demasiado.
§  Beber o fumar con mayor frecuencia.
§  Desgana en la forma de vestirse o arreglarse. En ocasiones, descuido de la higiene.
§  Insomnio, ya sea de conciliación (al comenzar el sueño) o de despertar (despertarse antes de la hora).
§  Dormir en exceso.

·        Qué hacer. Si la intensidad de nuestro estrés es de leve a moderado, podemos intentar solucionarlo cambiando algunos de nuestros hábitos.

o   MEJORA TU CALIDAD DE VIDA
§  Reduce el consumo de estimulantes, como el café, el tabaco, determinados fármacos, etc.
§  Sigue una dieta equilibrada y ligera. Evita las comidas demasiado abundantes, pesadas y ricas en grasas y aumenta el consumo de alimentos nutritivos como las frutas, las verduras, los cereales integrales, las legumbres, etc.
§  Camina a diario. Un paseo de una duración de media hora como mínimo te hará sentirte mejor.
§  Disfruta de un sueño reparador. Para conseguirlo, acuéstate y levántate siempre a la misma hora (fines de semana incluidos). Realiza una actividad relajantes antes de irte a dormir (toma un baño caliente, bebe una infusión, etc).

o   REORGANIZA TU VIDA
§  Establece una lista de prioridades. En casa o en el trabajo, seguro que tienes muchas cosas que hacer. Para no agobiarte, apúntalas en un papel en orden de importancia. Dedícate en primer lugar a las primeras. De esta manera, si no tienes tiempo de realizarlas todas, tan sólo las menos importantes se habrán quedado sin hacer y no te sentirás tan culpable.
§  Reserva un tiempo para ti. ¿Qué es lo que te gustaría hacer y no puedes por falta de tiempo? ¿Leer, escuchar música, dedicarte a alguna afición, etc.? Pon lo en los primeros lugares de tu lista de prioridades y practícalo a diario, sin saltarte ni un solo día.
§  En la medida de lo posible, reduce tu volumen de trabajo. Revisa tus actividades diarias. ¿Haces lo que realmente te toca o hay algunas tareas que deberían realizarlas otras personas? Aprendiendo a delegar y a decir no evitarás saturarte con responsabilidades ajenas.
§  Baja tu nivel de exigencia. No te preocupes si las cosas no se realizan a la perfección o se quedan sin hacer. Relájate y vivirás más tranquilo.


DOLENCIAS RELACIONADAS CON LA TENSIÓN NERVIOSA

Detrás de un súbito sarpullido, un persistente dolor de cervicales o, incluso, una regla irregular puede encontrarse una situación de estrés crónico. La tensión nerviosa puede actuar como desencadenante de muchos problemas de salud o agravar los ya existentes.

·         PROBLEMAS CUTÁNEOS. Psoriasis, acné, eccema ... La piel es un órgano muy sensible a los problemas emocionales, por esto no es extraño que el estrés altere su equilibrio.

Qué hacer. Los baños con avena relajan la mente y suavizan la piel. Se preparan añadiendo al agua del baño un filtro de café en el que habrás introducido tres cucharadas de copos de avena.

·         DOLORES DE ESPALDA. Cervicales, dorsales, lumbares ... Los nervios pueden provocar tensión muscular y dolor en la zona.

Qué hacer. Cambiar de postura con frecuencia y practicar deporte nos ayudará a combatirlo.

·         ASMA. Aunque es una dolencia que afecta únicamente a las personas con predisposición a sufrirla, la tensión puede agudizar sus síntomas e, incluso, provocar la aparición de ataques. Los nervios hacen que el diafragma pierda su elasticidad, reduciendo la capacidad pulmonar.

Qué hacer. El tai chi y el yoga, al trabajar tanto el equilibrio emocional como la respiración, resultan muy útiles en estos casos.

·         ALTERACIONES MENSTRUALES. El estrés puede alterar las hormonas que regulan el ciclo menstrual, provocando, entre otros problemas, el retraso en la aparición de la regla.

Qué hacer. Si la tardanza se prolonga más de tres meses, es conveniente acudir al ginecólogo.

·         TRASTORNOS CARDIOVASCULARES. Los nervios aumentan la tensión sanguínea y la frecuencia cardíaca, circunstancias que perjudican el corazón (se calcula que las personas que sufren estrés tienen un 23% más de probabilidades de sufrir un infarto).

Qué hacer. Los ejercicios de relajación y la práctica controlada de actividad física puede prevenirlo.


RELÁJATE EN 5 MINUTOS

En momentos de gran tensión nerviosa, un breve masaje o un corto ejercicio de relajación puede evitarnos disgustos y mejorar nuestra salud.

·         MASAJE FACIAL. Se practica fácilmente en casa o en el puesto de trabajo. Consiste simplemente en masajear los ojos cerrados, desde la zona superior de la nariz hacia las cejas, bajando hasta las mejillas. A continuación, alisa los párpados con la yema de los dedos índices desde el centro hacia el exterior.

·         RESPIRACIÓN ABDOMINAL. Toma aire respirando larga y profundamente, procurando que el vientre se eleve, y expúlsalo mediante tres exhalaciones cortas, hundiendo el vientre. Repite 10 veces como mínimo.

·         ESCUCHA MÚSICA. Haz una pausa y, si es posible, escucha un poco de música relajante. Te cambiará el ánimo. 

Fuente: Revista PRONTO

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martes, 22 de noviembre de 2016

Define tus objetivos


La elección de metas es una de las más delicadas operaciones de la inteligencia.
El ser humano necesita tener horizontes que le motiven a embarcarse en nuevas aventuras.
La vida no es una carrera, sino un tiro al blanco. Lo que importa es la capacidad para encontrar la diana.

  • Los sueños son personales e intransferibles. Es esencial que persigas tus propios sueños, no te dejes llevar por la inercia de seguir las aspiraciones de tu pareja, tus padres, etc.
Nunca hay pecado en seguir nuestra propia vocación.


  • Concreta al máximo. Define claramente cuál será tu próximo proyecto u objetivo (hacer algo 2 ó 3 veces por semana, por ejemplo).
  • Lo siguiente es crear la estrategia para conseguirlo (buscar academia, consultar horarios, precios, etc.)
  • Haz diana. Tómate tu tiempo y piensa qué te mueve, no cojas cualquier camino al azar.
  • Una persona que desea cambiar de trabajo, pero está desorientada, no debería malgastar su energía hablando de lo poco que le gusta su empleo, sino en imaginar la clase de trabajo que le gustaría desempeñar.
  • Intenta que tus metas no sean contradictorias.
  • ¿Qué te conviene? Piensa si eso que tanto anhelas proporciona felicidad a quien ya lo posee.
  • Claves:
    • Una meta, un reto.
    • Cimas alcanzables
    • Traza un plan
    • Comprométete
    • Persevera en el intento.




Fuente: Revista PRONTO

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La mejor actitud para ganarte a los demás


Ser agradable y flexible, la mejor actitud para ganarte a los demás

SONREÍR A MENUDO, SER EDUCADO  Y TRATAR DE SER ÚTIL TE AYUDARÁ A CONSEGUIRLO.

Si quieres vivir en un entorno feliz, es importante que seas tú quien dé el primer paso. Si tratas de ser amable, lo más probable es que los demás actúen en consecuencia y se conviertan ellos también en personas más afectuosas.

Desde que te levantas por la mañana hasta que te acuestas por la noche, debes tratar con un gran número de personas. Con algunas tan sólo intercambiarás un saludo, con otros largas conversaciones... De la actitud que tomes con ellas dependerá la forma en la que se desarrollará ese día: con tranquilidad, si lo que decides es ser flexible; con crispación, si te muestras intolerante.

Cambia algunos aspectos
Tú eres, por lo tanto, el máximo responsable de cómo será tu entorno. Si sabes la forma de modificarlo, tanto tú como los tuyos tendréis una existencia mucho más gratificante. Para ello, tan sólo tienes que cambiar algunos aspectos de tu forma de ver la vida.

  • Muestra tu mejor cara. Es tan sencillo como esto: trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti. Sonríe con frecuencia, sé educado, muestra tu afecto siempre que puedas... Las personas que te rodean imitarán tu actitud y las relaciones con ellas serán mucho más positivas. 
  • Confía en los demás. Ya sabemos que nadie es perfecto, pero, por regla general, la mayoría de las personas son bondadosas y tienen buena voluntad. Si te muestras confiado/a con ellas desde el primer momento, el trato que les dispensarás será mucho más agradable que si te muestras receloso: te implicarás más, te mostrarás más relajado, etc. "Siempre prefiero pensar lo mejor de todo el mundo, ahorra muchos problemas", decía el escritor Rudyard Kipling. 
  • Trata de ser más flexible. Ser intransigente, querer tener siempre la razón, defender las opiniones contra viento y marea... son actitudes que agotan y exasperan al interlocutor. Para una buena convivencia, es mejor relajarse un poco y tratar de ser más empáticos y ver las cosas desde otros puntos de vista. Las personas de nuestro entorno lo agradecerán y nosotros no estaremos siempre tan exasperados. 

Valores morales
Pero no nos quedemos únicamente en la superficie. A la hora de tratar con los demás, también es importante cuidar nuestra integridad moral.

  • Sé sincero. Aunque no siempre resulte fácil, trata de ir siempre con la verdad por delante. No intentes manipular a los demás ni tampoco dorarles la píldora. Al final, se acabarán dando cuenta y dejarán de confiar en ti. 
  • Toma siempre el buen camino. "Sé honesto con los que son honestos y también con los que no lo son. Es así como se alcanza la verdadera bondad", aseguraba el filósofo y poeta chino Lao Tzu. Trata siempre de hacer el bien, a corto o largo plazo, lo agradecerás. 
  • Preocúpate por los demás. A todos nos gusta recibir un trato preferente, disfrutar de la compañía de personas que se muestran interesadas por nuestra vida, recibir su ayuda... Hazlo con los que te rodean y les harás felices.

“Con palabras agradables y un poco de amabilidad se puede arrastrar a un elefante de un cabello”. Proverbio persa.
Cómo tratar con una persona difícil
Tal como dice el refrán, «No todo el monte es orégano». Muchas de las personas con las que nos encontramos no son todo lo agradables y participativas que nos gustaría. ¿Qué hacer en estos casos?

  • NO TE PONGAS A SU NIVEL. Sea cual sea el tono que empleen contigo, trata de mantener una actitud lo más calmada y positiva posible. 
  • EVITA LOS TEMAS CONFLICTIVOS. Si conoces a la persona, sabrás perfectamente sobre lo que puedes y laque no puedes hablar con ella. Si la acabas de conocer, trata de no abordar temas como política, críticas a otras personas, etc. 
  • PONTE EN SU LUGAR. Te ayudará a comprender mejor a la persona que te ofende y, de esta manera, te resultará mucho más fácil manejar la situación. 
  • PROCURA QUE HAYA UN BUEN AMBIENTE. Para limar asperezas, nada mejor que romper la negatividad con un chiste, una buena noticia, un halago... 
  • HAZLE UN REGALO. No hace falta que sea algo costoso. Para ganarte a alguien que se te resiste, no hay nada mejor que sorprenderlo con un obsequio que sabes que le llegará al corazón y que agradecerá. 
  • CORTA CON LA CONVERSACIÓN. Si ves que tu interlocutor no atiende a razones, lo mejor es abandonar la discusión. No lo tomes como una derrota, sino como una forma de librarte de algo que no te va a reportar más que problemas y malestar. 

Las cinco reglas de la amabilidad

  1. Deja que fluyan tus sentimientos positivos: Sé afectuoso, sonríe, abraza a quien aprecies... y hazlo siempre con naturalidad y alegría. 
  2. Usa palabras como “gracias”, “perdón”, “por favor”: Son comodines que te ayudarán en tu trato con los demás. 
  3. Intenta ver lo mejor de cada persona: Muchas de ellas te sorprenderán. 
  4. Respeta las opiniones de los demás: Aunque no las compartas, debes aceptarlas. 
  5. Trata de ayudar siempre que puedas: De esta manera, sabrán que eres una persona con la que pueden contar. 





Fuente: Revista PRONTO

www.pronto.es





lunes, 21 de noviembre de 2016

10- Proclama tu independencia


En cualquier relación humana en la cual dos personas se conviertan en una, el resultado siempre será dos medias personas.
El ser psicológicamente independiente quiere decir estar totalmente libre de todas las relaciones obligatorias, e implica la ausencia del comportamiento dirigido hacia los demás. Quiere decir que eres libre de la obligación de hacer algo que de otra manera no elegirías hacer, de no existir esa relación.

El abandono del nido significa convertirte en ti mismo, en tu propia persona, es decir en lo que en realidad eres, viviendo y escogiendo los comportamientos que tú elijas y deseas. No significa una ruptura en ningún sentido de la palabra.

El depender de alguien psicológicamente quiere decir que esta relación no implica una elección, sino que es una relación por la cual te sientes obligado a ser algo que no quieres ser y que te ofende el sentirte forzado a comportarte de esa manera.

 La obligación engendra culpa y dependencia, mientras que la libre elección inspira amor e independencia.

La independencia psicológica implica no necesitar a los demás. No digo no desear tener relaciones con los demás; lo que digo es no necesitarlos.

Mientras pienses que tienes que hacer algo porque es lo que se espera de ti en cualquier relación, y el hacerlo te provoca resentimientos contra esa persona y el no hacerlo te carga de culpa, puedes estar seguro que tienes que ocuparte de esta zona errónea.

     Para eliminar la dependencia hay que empezar por la familia, por la forma en que tus padres te trataron cuando eras pequeño y en la que tratas tú a tus hijos ahora.

1)     La trampa de la dependencia en la educación de los hijos y en la familia.
En el reino animal, ser padres significa enseñarles a los hijos a valerse por sí mismos para que puedan ser independientes, y luego, dejarlos.

En el caso de los seres humanos, el instinto sigue siendo el mismo, esto es, el ser independientes, pero nos domina la necesidad neurótica de poseer y de vivir nuestra vida a través de nuestros hijos y el propósito de educar a un niño para que sea independiente se confunde con la idea de educar a un niño para aferrarse a él.

¿Te gustaría que tus hijos tuvieran muy buena opinión de sí mismos, y también mucha confianza en sí mismos, que no fueran neuróticos, se realizaran y fueran felices? Por supuesto que sí. ¿Pero qué puedes hacer para ayudarles a que sean así? Sólo siendo así tú mismo. Los niños aprenden sus comportamientos de los modelos que tienen ante sí.

Si tú estás lleno de culpa y no te sientes realizado, y les dices que sean lo contrario, les estás vendiendo un producto fallado. Si el modelo que les presentas es bajo en autoestima, les estás enseñando a tus hijos a adoptar para sí mismos la misma actitud. Y lo que tiene aún más importancia y significación, si haces que ellos sean más importantes que tú mismo, no los ayudas, simplemente les estás enseñando a poner a los demás delante de ellos mismos y quedarse en el asiento de atrás insatisfechos y sin lograr realizarse.

Sólo al tratarte a ti mismo como la persona más importante y no sacrificándote a ti mismo por tus hijos, les enseñarás a tener confianza y también a tener fe en sí mismos.

El abandono del nido en una atmósfera psicológicamente sana no implica ni crisis ni disturbios o problemas: es la consecuencia natural de una vida eficiente y positiva.

Si observas las relaciones eficientes y positivas que existen entre algunos padres e hijos que no están ligadas por requerimientos y obligaciones, verás que se trata de padres que tratan a sus hijos como amigos. Si un niño desparrama la salsa sobre el mantel, no le larga la clásica "¿Por qué no te fijas en lo que haces? Eres tan torpe". En cambio observarás que lo tratan como lo harían con un amigo en el caso que éste derramara algo: "¿Puedo ayudarte?" Nada de ofenderlo porque te pertenece, más bien respetarlo por su propia dignidad de niño.

Descubrirás también que los padres eficientes estimulan más los instintos de independencia que de dependencia y no hacen escenas por la expresión de deseos tan normales como los de ser autónomos.

 2)     Diferencias entre familias dirigidas a la independencia y las dirigidas a la dependencia.

  • En las familias dirigidas a la independencia, los impulsos dirigidos hacia la autonomía y el ser uno mismo son considerados normales y no un desafío a la autoridad de uno de sus miembros.
  • De esta actitud resultan las familias que les gusta reunirse en vez de sentir la obligación de hacerlo. Existe también un respeto por la intimidad de los demás más que una exigencia de compartirlo todo.
  • En familias como ésta, la esposa tiene una vida propia aparte de la de esposa y madre. Es así un modelo positivo para sus hijos en vez de vivir su vida para ellos y a través de ellos.
  • Los padres sienten que su propia vida es de una importancia capital porque sin ella no puede haber armonía familiar.
  • Así, los padres se ausentan ocasionalmente sin sentirse obligados a estar siempre para sus hijos. La madre no es una esclava porque no quiere que sus propios hijos (especialmente las niñas) se conviertan en esclavos. No siente que ella tiene que estar allí todo el tiempo para atender a todas las necesidades de sus niños.
  • En este tipo de familia no existen manipulaciones sutiles por medio de la culpa o amenazas para mantener a los hijos dependientes y bajo la responsabilidad de los padres. Cuando los hijos crecen, los padres no quieren que los visiten por obligación.
  • Además, los padres están demasiado ocupados en sus propias cosas para pasarse la vida esperando que sus hijos o nietos aparezcan para darles una razón de vivir.
  • Los padres como éstos no creen que deben ahorrarles a sus hijos los sinsabores y dificultades que pasaron ellos, porque reconocen que el hecho mismo de trabajar para sobreponerse a las dificultades fue lo que les dio confianza en sí mismos y la estima correspondiente. Ellos no desean privar a sus hijos de experiencias tan importantes.
  • Estos padres se dan cuenta de que el deseo de sus hijos de luchar por sí mismos con la ayuda y no bajo el dominio de padres, es algo sano que no hay que negarles.
  • Tú puedes hacer que todas tus visitas a la casa de tus padres sean experiencias afectuosas si te aferras con fuerza a tu propia lucha por independizarte de ellos.
  • Y si tú presentas ante tus hijos un modelo de autoorgullo y de autovaloración positiva, ellos a su vez abandonarán el nido sin causar tensiones ni problemas a nadie.

3)     La dependencia psicológica y la crisis matrimonial.
“El matrimonio es aquella relación entre un hombre y una mujer en la que la independencia es equivalente, la dependencia mutua y la obligación es recíproca”.
Ahí están las dos palabras feas, dependencia y obligación, que son las responsables del estado actual del matrimonio y de la tasa de divorcios.

  • Una relación que se basa en el amor es una relación en la que cada uno de sus miembros le permite al otro ser lo que él quiere, sin expectativas especiales y sin exigencias.
  • Es una asociación simple entre dos personas que se quieren tanto que ninguno de los dos querría que el otro fuese algo que no haya escogido por sí mismo.
  • Es una unión que se basa en la independencia, más que en la dependencia.

Imagínate una unión con el ser que amas en la que cada uno de vosotros dos puede ser lo que quiera. Ahora piensa en lo que son realmente la mayoría de las relaciones que tú conoces. ¿Cómo se introduce solapadamente esa temible dependencia y lo fastidia todo?

 4)     Un matrimonio típico.

  • La trenza que se hila en la mayoría de los matrimonios es la del dominio y la sumisión.
  • Con dos personas que tienen fe en sí mismas, que se quieren el uno al otro lo suficiente como para alentar una independencia en vez de dependencia, pero a la vez compartiendo la felicidad con el ser amado, entonces el matrimonio puede llegar a ser una posibilidad muy estimulante y agradable. Pero, cuando dos personas tratan de fundirse hasta convertirse en una sola, o una de ellas trata de dominar a la otra de cualquier forma que sea, esa llamita que existe dentro de todos nosotros lucha por una de las necesidades más grandes e importantes del ser humano: la independencia.
  • La longevidad no es un indicativo del éxito de un matrimonio. Mucha gente sigue casada por miedo a lo desconocido, por inercia o simplemente porque eso es lo que hay que hacer.
  • Un buen matrimonio, un matrimonio en el que ambos compañeros sienten verdadero amor, se produce cuando cada uno está dispuesto a dejar que el otro escoja por sí mismo en vez de tratar de dominar.
  • La dependencia es la serpiente en el paraíso de un matrimonio feliz. Crea patrones de dominio y sumisión y finalmente destruye las buenas relaciones.
  • Parece irónico (pero no lo es) el hecho de que el poner distancias entre los cónyuges consolide los matrimonios.

5)     La gente te trata tal como tú le enseñas que te trate.

  • La dependencia no es algo que simplemente sucede por el contacto con gente dominante. Como todos los comportamientos de las zonas erróneas, es una elección. Tú le enseñas a la gente a que te domine y a tratarte de la manera que siempre te ha tratado.
  • He aquí algunas de las estrategias más comunes que sirven para conservar los hilos del control y de la dominación dentro de la vida conyugal:
    • Chillar, gritar o levantar la voz en cualquier sentido. Esto te mantendrá en tu lugar si eres una persona suave y quieres que las cosas sean blandas y fáciles.
    • Comportamientos amenazantes como: "Me iré, pediré el divorcio".
    • Provocar sentimientos de culpa. "No tienes derecho a..." "No comprendo cómo puedes haber hecho algo así." Si eres proclive a la culpa, con este tipo de frases será fácil mantenerte sometido.
    • Hacer uso de la ira y de comportamientos explosivos como arrojar objetos, usar palabras fuertes, golpear cosas.
    • El truco de la enfermedad física. Tener dolores de cabeza, un ataque al corazón, dolor de espalda o lo que sea, cada vez que uno de los cónyuges no actúa de la manera que quiere el otro. Será fácil manipularte así si le has enseñado a tu compañero o cónyuge que te portarás bien cuando él se enferma.
    • El tratamiento silencioso. El no hablar y encerrarse deliberadamente son dos de las estrategias más eficientes que puede usar uno de los socios para maniobrar la conducta del otro.
    • La rutina de las lágrimas. Lloras para conseguir que la otra persona se sienta culpable.
    • La escena del abandono. El levantarse y partir es una buena manera de manipular al compañero para que asuma o abandone cierto tipo de comportamiento.
    • El recurso de "Tú no me quieres, o "Tú no me comprendes" para conseguir que se haga tu voluntad y mantener la dependencia dentro de la relación.
    • La treta del suicidio. "Si tú no haces lo que yo quiero, me mato," o "Si me dejas, yo terminaré con todo".

Todas las estrategias mencionadas más arriba son los métodos que sirven para mantener a la otra persona dentro del rol deseado en el matrimonio.

  • Si uno de los cónyuges rehúsa dejarse manipular por ellas, el otro dejará de usarlas.
  • Sólo cuando uno de los cónyuges reacciona de acuerdo a este tipo de tretas, el otro se acostumbra a usarlas.
  • Si respondes con las actitudes sumisas esperadas, le enseñas al otro lo que tolerarás.

Si te maltratan es porque has estado emitiendo señales de: por favor maltrátame. Tú puedes aprender a enseñarle a los otros a tratarte de la manera que te gusta que te traten:

En vez de decir: "¿ Por qué no me tratas mejor?", empieza a decir: "¿ Qué es lo que estoy haciendo para que los demás me traten de esta manera?". Pon el enfoque en ti mismo y empieza a cambiar esas reacciones.

 6)     Algunos de los comportamientos de dependencia más comunes, y algunos comportamientos que alientan la dependencia.

  • Sentirse incapaz de abandonar el nido o abandonarlo con sentimientos de culpabilidad por los dos lados.
  • Sentirse obligado a visitar a alguien, a telefonear, invitar, a hacer de chófer y cosas por el estilo.
  • Pedirle permiso al cónyuge para cualquier cosa, incluso para gastar dinero, para hablar o para usar el coche.
  • Indiscreciones que son como invasiones a la intimidad de los demás, como por ejemplo revisar los cajones de los niños o sus cartas o cuadernos secretos.
  • Frases como: "Yo no podría decirle lo que siento a él no le gustaría".
  • Quedarse inmovilizado o tener una depresión después de la muerte de un ser amado.
  • Sentirte atado a algún trabajo especial y no atreverte a trabajar por tu cuenta.
  • Tener ideas preconcebidas respecto de lo que debe ser el comportamiento de un padre, esposo o hijo.
  • Sentirse incómodo por la conducta de un cónyuge, o un padre o un hijo, como si lo que ellos son fuese parte de lo que tú eres.
  • Pasarte la vida entrenándote, es decir preparándote para algún trabajo o un puesto, sin dejar jamás la fase de entrenamiento por una de confianza en ti mismo.
  • Molestarse, sentirse dolido, por lo que los otros digan, piensen o hagan.
  • Poderte sentir feliz o realizado sólo si tu compañero se siente de la misma manera.
  • Dejar que los demás te den órdenes.
  • Dejar que otros tomen decisiones por ti o pedir siempre consejo antes de tomar una decisión.
  • "Estás en deuda conmigo, mira lo que hice yo por ti." Las obligaciones que van con la dependencia.
  • No hacer algo delante de los padres o de la persona dominante porque no estarían de acuerdo o porque no les gustaría. No fumar, o beber, o decir malas palabras, o comer un helado de chocolate, o lo que sea, por cumplir con tu rol de sometimiento y sumisión.
  • Abandonarte completamente, sin importarte tu vida, cuando algún ser amado muere o se enferma gravemente.
  • Tener cuidado con el lenguaje que se usa ante una persona dominante, para no molestarla.
  • Mentir constantemente respecto a tu propio comportamiento, y tener que tergiversar la verdad para no perturbarlos a "ellos".

 7)     La compensación psicológica de la dependencia.
La dependencia puede parecer algo muy inocuo e inocente, pero en realidad es el principal enemigo de la felicidad, de la plenitud y de la posibilidad de realizarse.

He aquí algunos de los dividendos más comunes que te impulsan a mantenerte dentro de este estado de dependencia:

  • La dependencia puede mantenerte bajo la custodia protectora de otra gente y ofrecerte los beneficios que reciben los niños pequeños porque no son responsables de su propio comportamiento.
  • Al seguir siendo dependiente, puedes culpar a los demás de tus propias deficiencias.
  • Al depender de los demás, no tienes necesidad de emprender la difícil tarea ni el riesgo de cambiar. Puedes sentirte seguro fiándote de quienes son responsables de ti.
  • Puedes sentirte bien porque satisfaces a los demás. Aprendiste que la manera de ser bueno es satisfaciendo a mamá y ahora hay numerosas mamás simbólicas que te manipulan.
  • Puedes evitar la culpa que escoges cuando te comportas de manera afirmativa. Resulta más fácil portarte bien que aprender a eliminar la culpa.
  • No habrá necesidad de que tomes decisiones ni hagas elecciones por ti mismo. Sigues el modelo que te presenta tu padre o madre, tu cónyuge o el individuo de ; quien dependes. Mientras pienses lo que ellos piensan y sientas lo que ellos sientan, no habrá necesidad de determinar lo que tú sientes o piensas.
  • Resumiendo, luego de agotar elucubraciones, simplemente es mucho más fácil ser uno de los que siguen que ser un líder. Puedes hacer lo que te digan y evitarte  problemas aunque no te guste ser de los que siguen.
  • Siempre será más sencillo que correr todos los riesgos que implica el ser tu propia persona. La dependencia es desagradable porque te convierte en algo menos que una persona completa que funciona independientemente. Pero es más fácil; de eso puedes estar seguro.

 8)     Un programa para liberarte de la dependencia

  • Escribe tu propia Declaración de Independencia en la que anuncies claramente ante ti mismo y para ti mismo que quieres funcionar en todas las relaciones humanas eliminando por completo las manipulaciones externas. "Yo, esta persona, para lograr una unión más perfecta, etc.,"
  • Habla con todas las personas de quienes te sientes dependiente psicológicamente. Declara tus propósitos de funcionar independientemente. Explica lo que sientes cuando haces cosas por obligación. Ésta es una estupenda estrategia para comenzar este proceso, pues la otra persona puede que ni siquiera se dé cuenta ni que sienta que eres dependiente.
  • Ponte metas de cinco minutos de duración para tratar con la gente dominante de tu vida. Prueba una frase corta: "No, yo no quiero hacerlo" y observa cómo reacciona la otra persona.
  • Organiza una sesión de planificación con tu socio dominante en un momento en que no te sientas amenazado. Durante esta sesión, explícale que a veces te sientes manipulado y sometido y que te gustaría tener una señal convenida entre los dos para hacérselo notar cuando suceda y tú no quieras hablar de ello. Por ejemplo un tironcito de oreja o ponerte el dedo en la boca para anunciarle que te estás sintiendo sometido en ese preciso instante.
  • Cuando te sientas empujado a hacer cosas, manipulado psicológicamente, díselo a la otra persona y actúa de la manera en que te gustaría comportarte.
  • Recuérdate a ti mismo que los padres, cónyuges, amigos, jefes y otros, a menudo desaprobarán tu comportamiento y que eso nada tiene que ver con lo que eres o quién eres. Es sabido que en cualquier tipo de relación habrá siempre desacuerdos. Si los esperas, no te desesperarás cuando sucedan. De esta manera podrás romper con muchas de las relaciones de dependencia que te esclavizan emocionalmente.
  • Incluso aunque trates deliberadamente de evitar a la gente dominante (padre o madre, cónyuge, jefe, hijos), seguirás estando controlado por ellos durante su ausencia si te sientes inmovilizado emocionalmente por su culpa.
  • Si te sientes obligado a visitar ciertas personas, pregúntate si quisieras que otras te visiten simplemente porque se sientan obligadas a ello. Si no es así, otorga un trato correspondiente a quienes estás tratando de esta manera y háblalo con ellos. Esto es, revierte la lógica del comportamiento y verifica la falta de dignidad que existe en una relación obligada de este tipo.
  • Toma la decisión de salirte de tu rol de dependencia haciendo un trabajo voluntario, leyendo, tomando a alguien para que se ocupe de los niños (aunque cueste demasiado dinero y pienses que no te lo puedes permitir), aceptando un empleo que no pague demasiado bien. ¿Por qué? Simplemente porque la remuneración que significa el aumento del aprecio y valoración de ti misma bien vale la pena, cueste lo que cueste en dinero o en tiempo.
  • Insiste en tu independencia económica sin ataduras y sin tener que darle cuenta a nadie. Si tienes que pedir el dinero que quieres o necesitas, eres un esclavo. Si eso no es posible, arréglatelas para ganar tu propio dinero de la manera más creativa que puedas.
  • ¡Déjalos estar! ¡Déjate estar tú! ¡Deja de dar órdenes! ¡Deja de recibir órdenes!
  • Reconoce tu deseo de intimidad, de no tener que compartir todo lo que sientes y experimentas con alguien. Tú eres único y privado. Si sientes que tienes que compartir todo, no tienes elección y eres en consecuencia una persona dependiente.
  • Deja que la habitación del niño sea realmente la suya. Dale un espacio que él pueda controlar y siempre que no sea perjudicial, deja que él decida cómo la va a organizar. Una cama hecha no es más sólida psicológicamente que una sin hacer, aunque te hayan enseñado lo contrario.
  • En las fiestas haz grupo aparte de tu marido o mujer. No sientas que tienes que estar con esa persona todo el tiempo. Separaos y luego unid vuestras fuerzas cuando todo haya acabado. Así duplicaréis vuestras experiencias.
  • Si tú tienes ganas de ir al cine y tu compañero quiere jugar al tenis, hacedlo de esa manera. Permitíos más separaciones y así las reuniones serán más alegres y estimulantes.
  • Haz cortos viajes solo o con amigos sin tener que sentirte atado a tu cónyuge o compañero. Os sentiréis más unidos cuando volváis y apreciaréis el hecho de poder funcionar independientemente.
  • Recuerda que no tienes la responsabilidad de hacer feliz a los demás. Los demás se hacen felices a sí mismos. Es posible que realmente disfrutes de la compañía de otra persona, pero si sientes que tu misión es hacerla feliz, entonces dependerás de ella y te sentirás deprimido cuando esa persona esté deprimida. O peor aún, pensarás que eres tú quien le ha fallado. Tú eres el responsable de tus propias emociones, y la demás gente, de las suyas. Nadie puede controlar tus sentimientos, salvo tú mismo.
  • Recuerda que el hábito no es razón suficiente para hacer algo, cualquier cosa que sea. El que siempre hayas estado sometido a los demás no es motivo ni justificación suficiente para seguir estándolo.
  • La clave de una vida eficiente reside en la independencia. Igualmente, la clave de un buen matrimonio reside en el mínimo de fusión y el máximo de autonomía y autodependencia. Y aunque sientas verdadero temor a romper tus relaciones dependientes, seguro que si les preguntas lo que piensan a las mismas personas con las que mantienes estas relaciones de dependencia emocional, descubrirás, con gran sorpresa, que ellos admiran más a quienes piensan y actúan por sí mismos. Otra ironía. Quienes más te respetarán por ser independiente serán los mismos que con más fuerza trataron de mantenerte subordinado.
  • El nido es un lugar maravilloso para que se desarrolle el niño, pero abandonar el nido es aún más maravilloso y puede sentirlo así tanto el que se va como el que se queda observando el despegue.

Fuente: Tus zonas erróneas (Wayne Dyer)

Acúfenos


LAS PREGUNTAS
  • ¿Qué son?
  • ¿Cuáles son sus causas?
  • ¿Qué síntomas producen?
  • ¿Cómo se diagnostican?
  • ¿Cómo se tratan?
LAS RESPUESTAS
  • QUÉ SON. Se trata de la sensación subjetiva de ruidos o zumbidos que se pueden percibir como si provinieran del exterior, en forma de pitido, sonido de grillos o murmullo del mar. Todos, en alguna ocasión, hemos podido comprobar esta sensación, pero hasta un 10% de la población presentan acúfenos de forma permanente. Aunque la mayoría son de origen desconocido, existen algunos factores directamente relacionados:
    • Alteraciones de la propia vía auditiva, debido a la presencia de una otitis, un tapón de cera, inflamación de la articulación de la mandíbula, traumatismos del oído, exposición a ruidos intensos, vértigo, el propio envejecimiento del oído ...
    • Estrés o ansiedad, ya que existe una hiperestimulación en la corteza cerebral auditiva.
    • Hábitos posturales incorrectos que puedan afectar a las zonas mandibular y cervical, provocando trastornos como rechinar de dientes, artrosis cervical ...
  • SINTOMAS. Los ruidos suelen apreciarse más en ambientes silenciosos y por la noche, ya que durante el día quedan enmascarados por el ruido externo. Normalmente, suele haber una adaptación progresiva a los mismos, pero en algunas personas pueden provocar aislamiento social, pérdida de concentración, irritabilidad, desesperación e, incluso, alteración del ritmo vigilia-sueño, lo que afecta en gran parte su calidad de vida.
  • DIAGNÓSTICO. El otorrinolaringólogo estudiará en la medida de lo posible su causa, para ello, se llevará a cabo una exploración física inicial y una historia clínica completa, indagando el tipo de acúfeno y su severidad, su afectación diaria y otras preguntas que puedan hacer pensar en otras causas, como las emocionales o de estrés. Se le realizará una otoscopia (observación del oído a través del aparato destinado a ello), una analítica completa, una radiografía cervical, si se cree necesario, y una audiometría. En ocasiones, según la opinión del especialista, puede ser necesario un TAC, una resonancia, y/o una ecografía/doppler.
  • TRATAMIENTO. Dependerá de la causa que muestre el diagnóstico, teniendo en cuenta que algunas, ya descritas, son crónicas, por lo que el tratamiento va destinado a paliar los síntomas en la medida de lo posible. Éste suele ser farmacológico. a través de vasodilatadores cerebrales o con medicamentos que controlen la actividad de sobreexcitación cerebral, además de ansiolíticos comunes, que pueden resultar útiles para ayudar a paliar los síntomas.
Cuando los fármacos no funcionan, se está utilizando la denominada Terapia de Reentrenamiento, que consiste en conseguir la habituación del paciente al acúfeno mediante consejos terapéuticos y terapia sonora, de manera que pueda dejarlo de oír de forma consciente. Alrededor de un 70% de las personas que se someten a esta terapia suelen mejorar en el primer año del tratamiento.

Fuente: Revista PRONTO
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