lunes, 14 de noviembre de 2016

Aumenta tus defensas y evita gripes y resfriados


Llega la estación del frío, y con ella, los primeros estriados. Por mucho que nos abriguemos y vitemos ambientes cargados, tarde o temprano acabamos cayendo. No es cuestión de mala suerte. En la mayoría de ocasiones, es la consecuencia de un sistema inmune debilitado. La alimentación, el ejercicio y el descanso son los pilares fundamentales para poder reforzarlo.

Cómo ponerlas en forma
Nuestro sistema inmunológico es la primera línea de defensa de nuestro organismo. Es el encargado de recibir a los virus y bacterias que nos invaden, por lo que su papel es crucial. Nuestros hábitos de vida pueden Influir hasta en un 75% en su capacidad defensiva. Vale la pena, por lo tanto, revisarlos a fondo.

  • DORMIR BIEN AUMENTA LOS GLÓBULOS BLANCOS. La mayoría de células defensivas se producen durante las horas de sueño. Si no descansamos bien, la producción será menor y nuestro cuerpo estará más desprotegido. Lo recomendable es, por lo tanto, dormir una media de entre 7 y 8 horas . 
  • El DEPORTE REFUERZA EL SISTEMA INMUNE. Practicar deporte un mínimo de tres veces por semana (mejor si es al aire libre) hace que el cuerpo se oxigene mejor y elimine toxinas, dos factores que benefician la respuesta inmunológica. Pero tampoco conviene abusar. Ejercitarse en exceso genera radicales libres, los enemigos de nuestras defensas. 
  • EL PESO SALUDABLE FORTALECE LAS CÉLULAS. Las personas con sobrepeso enferman más, ya que el exceso de grasa en el organismo altera el funcionamiento de la insulina, la hormona encargada de proporcionar energía a las células defensivas. 

Una dieta sana y equilibrada
Un nivel adecuado de nutrientes nos garantiza un sistema de defensas a prueba de virus y bacterias. Se trata del factor más importante a la hora de conseguir un organismo fuerte y librarse de los resfriados.

  • FRUTOS SECOS. Son interesantes por dos razones. Sus grasas beneficiosas refuerzan el sistema inmunológico y, al ser muy energéticos, ayudan al organismo a defenderse de las bajas temperaturas. 
  • CÍTRICOS. Naranjas, mandarinas, pomelo, limón ... todos ellos son ricos en vitamina E, un nutriente ideal para reforzar las defensas y aportarnos energía extra. Tomar un zumo de naranja por la mañana es todo un clásico, pero también podemos tomar estas frutas de postre, mezcladas con otras frutas y verduras, en ensalada, etc.
  • AJO Y CEBOLLA. Tienen un gran poder antiséptico y resultan muy eficaces para combatir infecciones respiratorias. La cebolla, en particular, actúa como expectorante (ayuda a eliminar la mucosidad) y el ajo es considerado como un excelente antibiótico natural. Resultan más eficaces si se toman crudos. 
  • VERDURAS DE HOJA VERDE. Gracias a su acción antioxidante nos ayudan a combatir las infecciones y las enfermedades degenerativas. Las verduras de la familia de la col son las más eficaces, pero también lo son las espinacas, las acelgas, las judías verdes, etc. 
  • PESCADO AZUL. El consumo de salmón, boquerones, atún, caballa o sardinas activa las células que eliminan los gérmenes, protegiendo el organismo de la bajada de defensas que suele tener lugar durante esta época del año. 
  • MIEL. Toma una cucharada de miel de abeja cada día. Podrás beneficiarte de su poder antibacteriano, antiinflamatorio y antiséptico. Si sustituyes el azúcar que consumes por miel, tu sistema inmune te lo agradecerá. 
  • TÉ VERDE. Esta saludable infusión estimula la producción de células defensivas, fortaleciendo el sistema inmunológico. Tomar una o dos tazas al día es suficiente para beneficiarse de sus efectos. 

Los alimentos que NO te convienen

  • Azúcar y dulces. Reducen la capacidad de los glóbulos blancos de combatir las bacterias. 
  • Embutidos. No sólo contienen una gran cantidad de grasas saturadas y, por lo tanto, perjudiciales, sino que, además, incluyen conservantes y otras sustancias que intoxican el organismo y debilitan el sistema inmune. 
  • Precocinados. Resultan muy calóricos y, además, cuentan con un exceso de grasas «trans», sal y aditivos, todo ello muy perjudicial para las defensas. 

La importancia de cuidar la flora intestinal
La flora bacteriana desempeña un papel importantísimo en el sistema inmune, ya que contiene bacterias beneficiosas que ayudan a combatir los gérmenes. Parar mantenerla en buen estado, incluye estos alimentos en tu dieta.

  • PREBIÓTICOS. Son una variedad de hidratos de carbono que no son digeridos por el intestino y que modifican la flora intestinal para, de esta manera, poder «alimentar» y favorecer el desarrollo de los probióticos. Se encuentran en los tomates, los plátanos, los espárragos, la alcachofa o las cebollas. 
  • PROBIÓTICOS. Son aquellos que contienen microorganismos vivos, como el yogur. Al llegar vivos al intestino, refuerzan la acción de las bacterias que se encuentran de forma natural y aumentan la capacidad defensiva del organismo. 

Fuente: Revista PRONTO

www.pronto.es

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