martes, 1 de noviembre de 2016

Aumenta tu autoestima


PLANIFICA TU FUTURO Y MÁRCATE METAS QUE TE MOTIVEN Y PUEDAS ALCANZAR

Antes de reemprender la vida cotidiana, es un buen momento para detenerse a pensar y valorar cómo queremos que sea ésta y qué podemos hacer para mejorarla. Empezar septiembre planteando nuevos retos y la forma de alcanzarlos nos hará crecer y reafirmarnos como personas. 

Un buen ejercicio para iniciar el curso es analizar cuáles son nuestros deseos y qué podríamos o deberíamos cambiar, teniendo en cuenta todo lo bueno que hay en nuestra vida, Se trata de aprovechar este momento para reemprender las tareas introduciendo pequeños, o grandes, cambios, Porque, como afirma el escritor estadounidense Alvin Toffler, «El cambio no solamente es necesario en la vida, es la vida en sí misma".

Ver el futuro con ilusión y optimismo 
Hacer planes nos produce bienestar, crea esperanza y contribuye a aumentar nuestra autoestima ya reafirmamos.

  • Alimenta tus inquietudes. Aprovecha que empiezan cursos y actividades para iniciar O reemprender alguna que realmente te motive, te forme y te aporte satisfacción. ¿Qué te hace vibrar? Quizá sea aprender a bailar, tener un mejor nivel de inglés o sacarte el camet de conducir. Proponerte un objetivo implica desarrollar y potenciar tus habilidades, aprender cosas nuevas y seguir creciendo, incrementando tu satisfacción y la seguridad en ti mismo. Márcate metas y plazos claros y realistas, que puedas cumplir y que, además, supongan un reto y un esfuerzo asumible. Escojas lo que escojas, pon le pasión. 
  • Reserva un tiempo para ti. Si estás de vacaciones y has podido dedicarte un tiempo para hacer lo que te apetecía (leer, pasear, hacer calceta, charlar con una amiga, darte un masaje ... ), sabrás lo importante que es para sentirte satisfecho y a gusto en tu piel. No dejes de hacerlo: reserva un tiempo para ti cada día o, como mínimo, cada semana para disfrutar. 
  • Comunícate con los demás. Habla con tus familiares, amigos, compañeros. Reúnete con ellos o llámalos por teléfono. Saluda a los vecinos y da los buenos días al entrar en el autobús. Hablar nos reporta beneficios emocionales muy importantes, por lo que debemos otorgarle la relevancia que merece. «Gracias a los vínculos que existen entre las palabras v las emociones. hablar no sólo nos permite desahogarnos v liberarnos de las cosas que nos preocupan, sine también de experimentar los sentimientos agradables que acompañan a la comunicación entre personas queridas,» asegura el psiquiatra Luis Rojas Marcos en su libro «La fuerza del optimismo». 
  • Dí adiós a las exigencias. No te exijas más de lo que puedes dar, pero tampoco menos. Pon límites a las demandas excesivas de los demás (familia. amigos, trabajo) y, especialmente, a las tuyas propias. No es necesario ser perfecto, ni intentar ser otro. Recuerda lo que decía Marilyn Monroe, «querer ser otra persona es malgastar la persona que eres». Pero sí ten claro que eres capaz y valioso, dos palabras que siempre debes tener presentes y repetirte si es necesario. 
  • Decide ser feliz ahora. Olvida los «cuando... »: «cuando tenga coche, novio, suerte... ». El momento es ahora y hay que empezar cuanto antes a disfrutar de aquello que nos hace feliz: sentir el sol en la cara, una canción que nos gusta, ese libro que te transporta, el trabajo bien hecho, una sonrisa amiga... Como dice en su libro «La búsqueda de la felicidad» el psicólogo Tal Ben-Shahar, «la felicidad depende mucho más del estado de ánimo que del estado de la cuenta bancaria. ¿Consideramos que el vaso está medio lleno o medio vacío? ¿Apreciamos lo que tenemos vio disfrutamos o lo damos por supuesto v no lo valoramos? Cuando apreciamos lo bueno que tenemos, lo bueno aumenta y tenemos más de ello». 

“Nunca nos aprecian tanto los demás como cuando nos apreciamos nosotros”. Séneca, filósofo.
Consigue tu objetivo con el enfoque adecuado
Las palabras condicionan muchos de nuestros actos. La Programación Neurolingüística (PNL) ayuda a definir los objetivos y hacerlos realidad a través del lenguaje, con lo que te será más fácil conseguirlos y aumentar tu auto estima.

  • EXPRÉSALO EN POSITIVO. Di qué quieres hacer o conseguir, no lo que intentas evitar. Por ejemplo, «quiero ser feliz» en lugar de «no quiero sufrir». 
  • FORMÚLALO EN PRESENTE. Vas a hacerlo ahora, ni después ni con condiciones. Por tanto, di «voy a salir a caminar» en lugar de «tendría que hacer ejercicio». Y sal. 
  • HAZ QUE DEPENDA DE TI. Mejor pensar «voy a hacer lo posible para explicarme» que «quiero que me entiendan». 
  • DESCRÍBELO CON DETALLES. Ilustra tu objetivo tal como quieres que se realice, incluyendo con quién, dónde, cuándo, cómo, en cuánto tiempo y por qué. Por ejemplo, «quiero disfrutar de una cena romántica con mi pareja el sábado» en lugar de «quiero salir el fin de semana». 
  • SÉ REALISTA Y AMBICIOSO. No es un contrasentido, los objetivos desmesurados pueden ser inalcanzables, pero si son demasiado pequeños no nos motivan. 
  • VALORA SU IMPACTO. Piensa qué consecuencias tendrá una vez logrado, tanto para ti como para tu entorno y las personas a las que afecte. 
  • PLÁSMALO EN PAPEL. O el soporte que mejor te vaya («smartphone», ordenador...). Así, podrás concretar y definir mejor tu meta. Ponlo en un lugar visible para que te recuerde tu compromiso contigo mismo. 
  • LLÉVALO A CABO. Y, por supuesto, no esperes que ocurra, hazlo posible tú paso a paso y con constancia. 





Fuente: Revista PRONTO

www.pronto.es







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