La propia estima no puede ser verificada por los demás. Tú vales porque tú dices que es así. Si dependes de los demás para valorarte, esta valoración estará hecha por los demás.
Es probable que te haya infestado el virus del desprecio a ti mismo; y el único remedio conocido para esto es una buena dosis masiva de amor propio, o amor a ti mismo.
Ámate a ti mismo.
De niño aprendiste que amarte a ti mismo, algo natural en aquel entonces, era lo mismo que ser egoísta y consentido. Después, aprendiste a pensar en los demás antes que en ti mismo, a darles mayor importancia porque de esa manera demostrabas que eras una "buena" persona. Aprendiste a anularte.
El amor a los demás está relacionado directamente con el amor que te tienes a ti mismo.
1) El Amor: Sugerencias para una definición
¿Cómo puede llegarse al punto de poder dejar que los demás sean como quieren y eligen ser, sin insistir para que se pongan a la altura de lo que esperas de ellos?
Muy sencillo. Amándote a ti mismo. Sintiendo que eres importante, hermoso y que vales mucho. Cuando hayas reconocido lo que vales y lo bueno que eres no tendrás necesidad de que los demás apoyen y refuercen tu valor y tus valores ajustando su conducta a tus instrucciones.
Si estás seguro de ti mismo y tienes confianza en lo que piensas, no querrás ni necesitarás que los demás sean como tú.
Logras amarte a ti mismo y de pronto eres capaz de amar a los demás, y eres capaz de hacer cosas por los demás al poder dar y hacer cosas para ti mismo primero que nada.
Lo harás únicamente por el auténtico placer que sientes al ser generoso y amante.
Si tu ser no vale nada, o no es amado por ti, entonces es imposible dar.
Y si no puedes dar amor, tampoco puedes recibirlo.
Puedes desafiar todos tus sentimientos de acuerdo a tu habilidad de amarte a ti mismo.
Incluso si te has portado de alguna manera que te desagrada, odiarte a ti mismo sólo te llevará a inmovilizarte y a perjudicarte. Y en vez de odiarte a ti mismo, trata de tener sentimientos positivos. Que la equivocación o el error te sirvan de lección; haz el propósito de no repetirlos pero no los asocies con tu autoestima o autovaloración.
He aquí el meollo tanto del amor a uno mismo como a los demás. No confundas nunca tu propio valor (que es un valor dado) con tu comportamiento o con el comportamiento de los demás hacia tu persona.
Y no es fácil. Con un poco de práctica y entrenamiento mental, podrás hacer unas elecciones de amor a ti mismo que te sorprenderán.
El volverse eficiente, el lograr dar y recibir amor eficazmente empieza en casa por uno mismo, con el propósito de terminar con los comportamientos emanados de la baja valoración de sí mismo que se han convertido en una costumbre y en una manera de vivir.
2) Sintonizando la onda de la autoaceptación
Se tienen muchas imágenes de sí mismo y éstas varían de un momento a otro.
Tienes diversas opiniones respecto a ti mismo, desde un punto de vista físico, intelectual, social o emocional.
- Tu autoestima no debe estar en relación directa con tu autovaloración.
- Tú eres quien determina lo que vales sin necesidad de dar explicaciones a nadie. Y tu propio valor no tiene nada que ver con tu comportamiento ni con tus sentimientos. Puede ser que no te guste como te has portado en un momento dado, pero eso nada tiene que ver con tu autovaloración. Tú puedes escoger el ser valioso para contigo mismo para siempre, y de ahí emprender la tarea de elaborar tus imágenes de ti mismo.
3) El amor al cuerpo
No dejes que los demás te dicten lo que te resulta atractivo a ti.
4) La elección de las imágenes más positivas de uno mismo
Es posible hacer el mismo tipo de elecciones con todas las imágenes que tienes de ti mismo.
Mientras más feliz te haces a ti mismo, más inteligente eres.
Puedes escoger ser tan inteligente como quieras. La capacidad es realmente una cuestión de tiempo, más que una cualidad innata.
Con suficiente tiempo y esfuerzo podrías, si así lo decidieras y eligieras hacerlo, dominar casi cualquier disciplina académica.
La lógica de poder escoger tus autorretratos es aplicable a todas las fotografías de ti mismo que almacenas en tu mente.
El aceptarte a ti mismo en base a lo que tú consideras que es lo apropiado para ti es algo que puedes decidir hacer ahora mismo. El reparar o modificar aquellas cosas que no están a la altura de lo que quieres, puede llegar a ser una ocupación encantadora, y no hay motivo para que elijas sentirte inapropiado o indigno, simplemente porque hay cosas en ti mismo que has decidido mejorar.
5) Aceptándose a sí mismo sin chistar
El amor propio, el amarse a sí mismo, implica aceptarse a sí mismo reconociéndose como un ser humano valioso y porque así lo decide uno mismo. Esta aceptación implica también una plenitud, una falta de protestas y quejas.
La gente que funciona plenamente no protesta jamás, especialmente no protesta porque la calle tiene baches ni porque el cielo está muy nublado o el hielo demasiado frío. La aceptación implica no protestar o no quejarse, y la felicidad implica no protestar por lo que no tiene remedio o por lo que no hay nada que hacer.
- La protesta y la queja son el refugio de la gente que desconfía de sí misma.
- Contarle a los demás las cosas que no te gustan de ti mismo contribuye a que tú sigas insatisfecho.
- Aceptar que los demás abusen de ti cargándote con sus fardos Ilenos de problemas y autoconmiseración, tampoco ayuda a nadie.
Hay dos instancias en las cuales
la queja es la peor de tus posibilidades:
- Cada vez que le dices a alguien que estás cansado, y
- Cada vez que le dices a alguien que no te sientes bien.
- Si estás cansado, puedes hacer distintas cosas para remediarlo, pero quejarte aunque sea a una sola persona, peor aún si esta persona es uno de tus seres queridos, es un abuso de confianza. Y no hará que te sientas menos cansado.
- Y el mismo tipo de lógica se puede aplicar a tu "no me siento bien".
No hemos dicho nada aquí sobre los casos en los que comunicar a los demás que no te sientes bien puede significar que éstos te ayuden de alguna manera por más pequeña que sea.
Si realmente estás trabajando para aumentar tu amor por ti mismo, querrás ocuparte tú mismo de esto, trabajar tú mismo con esto, en vez de elegir a alguien como apoyo y obligarle a compartir tu carga.
La lamentación de uno mismo impide que vivas tu vida en forma positiva y eficiente. Inmoviliza tus esfuerzos por dar y recibir amor. Más aún, disminuye tus oportunidades de mejorar tus relaciones afectivas y aumentar tus relaciones sociales.
6) El amor propio y la soberbia
El amor a uno mismo quiere decir que te amas a ti mismo; no exiges el amor de los demás. No hay ninguna necesidad de convencer a los demás.
Es suficiente contar con la propia aceptación interna. No tiene nada que ver con los puntos de vista de los demás.
7) Las retribuciones que te brinda el NO amarte a ti mismo
Lo más importante para aprender a ser una persona eficiente y positiva es comprender por qué te comportas de manera autofrustrante.
Cuando logres comprender el porqué de la maldad dirigida contra tu propia persona y los motivos de permanencia del sistema necesario para retener esa maldad, entonces podrás empezar a combatir estos comportamientos. Sin una verdadera comprensión de ti mismo, volverás a actuar como antes.
- Puede ser que te resulte más fácil aceptar lo que te dicen los demás que pensar por ti mismo.
También lograrás...:
- Tener una excusa interna para justificar el hecho de que no te amen en esta vida.
- Poder evitar cualquiera y todos los riesgos que implica el establecimiento de relaciones afectivas con los demás, y eliminar de esta manera cualquier posibilidad, de ser rechazado o censurado.
- Encontrar que es más fácil seguir siendo así como eres. Mientras no valgas nada ni merezcas nada no tiene sentido que trates de crecer y desarrollarte o de ser mejor y más feliz; la retribución reside en seguir siendo el mismo.
- Conseguir que te tengan mucha lástima, te presten atención e incluso te aprueben, todo lo cual es un buen sustituto de la arriesgada empresa que implica comprometerse con una relación amorosa. De esta manera, la compasión y la atención son tus retribuciones autofrustrantes.
- Tener muchos chivos emisarios para culparte de tus propias desgracias. Así puedes quejarte y protestar sin necesidad de hacer nada al respecto.
- Ser capaz de pasar tus momentos presentes con minidepresiones y evitar el comportamiento que te ayudaría a ser diferente. La compasión a ti mismo te servirá de válvula de escape.
- Retroceder en el tiempo hasta convertirte en un niño bueno recurriendo a las reacciones infantiles, o sea a las que son del agrado de aquellos "mayores" que has aprendido a considerar como superiores a ti. Tu regresión es más segura que el riesgo del cambio.
- Ser capaz de reforzar el comportamiento de dependencia de los demás dándoles a ellos más importancia de la que te das a ti mismo. Un poste en el que apoyarse es ciertamente un dividendo aunque te resulte perjudicial.
- Ser incapaz de hacerte cargo de tu propia vida para vivirla como eliges vivirla, simplemente porque no sientes que eres digno de la felicidad que anhelas.
La única prueba verdadera de vida es el crecimiento, así es que la negativa a convertirse en una persona que se ama a sí misma es una elección que se asemeja a la muerte.
8) Algunos ejercicios fáciles para amarse a sí mismo
La práctica del amor a uno mismo empieza por la mente. Debes aprender a controlar tus pensamientos.
- Esto requiere ser muy consciente del presente cuando te comportas de una forma destructiva.
- La próxima vez evitaré decir esas cosas que he estado diciendo toda mi vida.
- Tu estrategia es corregirte en voz alta, diciendo: "Dije que tuve suerte pero en realidad la suerte no tuvo nada que ver en ese asunto; me saqué esas notas porque las merecí.
- Esto representa un pequeño paso hacia la autoestima, este paso consiste en reconocer tu comportamiento autodestructivo en el momento-presente y en decidir actuar de una manera diferente. Es como aprender a conducir un coche con cambios fijos.
Con el tiempo, habrás adquirido un nuevo hábito que no necesitará que estés constantemente alerta ni consciente al respecto. Muy pronto y con toda naturalidad empezarás a actuar con respeto y amor a ti mismo.
- He aquí una breve lista de esta clase de comportamientos que luego podrás ampliar cuando consigas un sentido de autoestima basado en tu propia valía.
- Escoge una serie de reacciones nuevas ante las tentativas de los demás de llegar a ti con amor y aceptación.
- En vez de dudar inmediatamente de la sinceridad de cualquier gesto afectivo, acéptalo con un "Muchas gracias", o "Cuánto me alegro que pienses así".
- Si hay alguien por quien sientes verdadero amor díselo de frente: "Te amo" y mientras observas su reacción puedes darte una palmadita en la espalda por haberte atrevido a correr ese riesgo.
- En un restaurante, pide algo que realmente te guste sin preocuparte por lo que pueda costar.
- Al cabo de un día agobiante y después de haber comido mucho, toma tiempo para una siesta o date un paseo por el parque, incluso si tienes mucho que hacer. Te ayudará a sentirte ciento por ciento mejor.
- Inscríbete en alguna organización o apúntate para tomar parte en alguna actividad que te guste. Quizás has estado postergando hacerlo porque tienes tantas responsabilidades que simplemente no tienes tiempo para ello.
- Al escoger amarte a ti mismo y coger las tajadas de la vida que te apetecen, los demás, a los que tú sirves, aprenderán también a tener confianza en sí mismos. Los servirás porque eliges hacerlo y no porque tienes obligación de hacerlo.
- Elimina la envidia reconociéndola como una manera de rebajarte a ti mismo. Al compararte con otra persona e imaginarte que eres menos querida que ella, haces que otros sean más importantes que tú.
Recuérdate a ti mismo que:
- Un tercero puede preferir a otra persona sin necesidad de que ello sea un reflejo negativo de tu persona, o,
- Si eres o no elegido, por cualquier persona significativa, no quiere decir nada, pues no es así como evalúas tu propio mérito. Si haces así, estás condenado a dudar de ti mismo eternamente, porque siempre estarás pendiente de cómo sentirá alguna otra persona en cualquier momento de cualquier día. Si él o ella escogen a otra persona, la elección es un reflejo de su personalidad y no de la tuya.
Con la práctica y la costumbre de amarte a ti mismo, cualquier circunstancia que antes te daba celos o envidia funcionará de manera inversa. Creerás tanto en ti mismo que no necesitarás ni la aceptación ni el amor de los demás para sentir que vales.
o Tu actividad basada en el amor a ti mismo puede incluir
nuevas formas de tratar tu cuerpo, tal como:
- elegir comida buena y nutritiva;
- eliminar el exceso de peso;
- hacer paseos en bicicleta o caminatas regularmente;
- hacer muchos ejercicios saludables;
- salir a disfrutar de la naturaleza y el aire puro porque es agradable y uno se siente bien; y
- en general cuidando tu cuerpo para que sea atractivo y goce de buena salud.
- Porque eres importante y te vas a tratar como si lo fueras. Un día entero pasado encerrado o llevando a cabo actividades aburridas es un voto de hostilidad hacia tu propia persona. A menos que te guste estar encerrado, en cuyo caso, tú habrás elegido esa situación que entonces será válida.
- Sexualmente, puedes practicar un mayor amor a ti mismo. Sólo al escoger gratificarte a ti mismo podrás dar placer a otra persona. Porque te lo mereces.
- Puedes dejar de equiparar tu actuación o funcionamiento en cualquier cosa con tu propia valía. Debes saber que tienes un valor dado ajeno a tus logros. Sin este conocimiento, siempre estarás confundiéndote a ti mismo con tus actividades exteriores. Cuando hayas logrado eliminar esta confusión, serás capaz de emprender toda clase de empresas.
Éstas y muchas acciones similares son típicas de la gente que se ama a sí misma.
¿Puedes aceptarte a ti mismo sin protestar? ¿Puedes amarte a ti mismo todo el tiempo? ¿Puedes dar y recibir amor?
Éstas son las cuestiones en las que puedes trabajar, poniéndote como meta enamorarte de la persona más hermosa, más valiosa, más estimulante y atractiva que haya existido jamás:
tú
Fuente: Tus zonas erróneas (Wayne Dyer)