lunes, 26 de septiembre de 2016

Hipo persistente


Las preguntas

  • ¿Qué es y qué síntomas produce? 
  • ¿Cuáles son sus causas? 
  • ¿Cómo se diagnostica? 
  • ¿Cómo se trata? 

Las respuestas

  • QUÉ ES Y SÍNTOMAS. El hipo es-un espasmo rítmico tipo contracción de la musculatura del diafragma que se acompaña del cierre rápido de la glotis, por eso se produce con ese ruido tan característico, Generalmente, es transitorio y dura pocos minutos, repitiéndose de vez en cuando. Se considera persistente cuando tiene una duración de más de 48 horas.
  • CAUSAS. El hipo se puede dar por múltiples factores, pero casi todos están relacionados con el aparato digestivo y el sistema nervioso, Con mucha frecuencia (casi en un 50% de los pacientes que lo padecen), el hipo persistente es producido por reflujo qastroesofágico. Otras causas que lo pueden provocar son enfermedades del páncreas, esofagitis, hernias de hiato, hidrocefalia, algún tumor cerebral, una cirugía abdominal reciente, etc. Con menor frecuencia, también pueden causarlo la tuberculosis, el infarto agudo de miocardio, ictus, las neumonías, la pericarditis, la diabetes y los problemas de riñón. El uso crónico de algunos medicamentos puede ser otra causa. Los más habituales son los corticoides, las benzodiazepinas como el diazepam, ellorazepam o alprazolam, los chicles de nicotina que se usan para dejar de fumar, algunos antibióticos como la azitromicina, etc. El embarazo o las comidas muy copiosas, abundantes o demasiado calientes o frías, bebidas con gas o el alcohol también pueden provocarlo. 
  • DIAGNÓSTICO. El especialista realizará una entrevista al paciente para investigar los posibles desencadenantes del hipo: la duración del mismo, los hábitos tóxicos, las enfermedades que padece, la medicación crónicas que toma, la posibilidad de alguna cirugía reciente ... Se hará especial hincapié en la posibilidad, sobre todo, de presentar trastornos como reflujo y regurgitaciones. A todo paciente con hipo persistente se le pedirá, además, un análisis completo, con parámetros inflamatorios y la función del hígado, del riñón y del páncreas; un electrocardiograma y una radiografía de tórax y abdomen para facilitar el diagnóstico. Si las pruebas que se van realizando o los síntomas del paciente indican que pueda tratarse de un problema digestivo, se pedirá una ecografía abdominal y/o endoscopia e, incluso, podría ser necesario solicitar un TAC para conocer el problema de una forma más profunda. 
  • TRATAMIENTO. Si se descubre la causa, el enfoque terapéutico irá dirigido a combatirla. Mientras no se solucione el problema, se pueden llevar a cabo remedios populares como hacer gárgaras, beber agua a pequeños sorbos varias veces seguidas, tomar hielo o tragar pan seco..., ya que son medidas que pueden inhibir el hipo. Muchas veces, es necesario recurrir a algún tratamiento farmacológico para ayudar a frenarlo, a base de la clorpromazina o el baclofeno, ya que son los medicamentos que ofrecen una mejor respuesta. Otros, como la metoclopramida (el famoso -Primperan»), la carbamazepina y el haloperidol, entre otros, también pueden dar buenos resultados. Si es causa del reflujo, también se puede tomar omeprazol, ya que resulta muy efectivo en este caso.



Fuente: Revista PRONTO

www.pronto.es








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