martes, 13 de septiembre de 2016

Sentirte bien contigo mismo


CULTIVAR LA AUTOESTIMA Y LAS RELACIONES AUMENTA LA SEGURIDAD Y LA CONFIANZA PERSONAL 

«Ser feliz consiste en sentirse bien con uno mismo en cada momento», afirma el psicólogo Y escritor Ferran Salmurri. Si crees que es una misión difícil, hay una buena noticia: puedes formarte y aprender a estar a gusto en tu piel. 

«El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos», decía William Shakespeare. Coincide Salmurri: "Depende de nosotros la vida que llevamos. Puedes aprender a ser feliz con lo que eres y tienes, a sentirte bien contigo mismo en cada momento de la vida, ¿Cómo? Dirigiendo tu vida, aprendiendo a pensar, aprendiendo incluso lo que no hemos de pensar, aprendiendo a convivir con otras personas...”

Cambiar de actitud en 4 pasos

  • Sé optimista. decidir ser optimista y pensar y actuar en positivo. Para ello es necesario eliminar los pensamientos negativos que obstaculizan el camino. Olvida los sentimientos catastróficos: hacen sufrir innecesariamente y no evitan que suceda algo malo. Cuando te asalten, combátelos, piensa en algo positivo. Acabarás ganando. 
  • Aprende a amarte y ama. Valora tus virtudes y halágate. Ante un "qué tonto, patoso, malo, feo... soy", contrapone un: "Soy una buena persona, simpático, agradable, cariñoso, eficiente, tengo un pelo bonito, una conversación interesante...” Aceptarse, amarse, valorarse y desear ser mejor es fundamental para tener seguridad, confianza y autoestima. Igualmente, acepta agradecido los halagos sinceros y prodígalos hacia quien los merece. Te hará sentir bien y extenderás el sentimiento a quienes te rodean. Si aprecias a los demás desde el corazón, verás cómo la estima crece en ti y a tu alrededor, haciendo que te sientas a gusto. 
  • Escoge bien a tus amigos. Hay personas que nos hacen sentir mal: critican, se quejan por todo, nada les alegra. Son tóxicas. Mantenlas alejadas de ti. Escoge como amigos a quienes te hagan sentir cómodo, que te agrade tanto su conversación como estar en silencio a su lado, que se preocupen por ti y sean capaces de alabarte y, a la vez, de decirte qué haces mal desde un punto de vista constructivo. Amigos con los que te rías mucho, de forma sana y sincera, y con los que puedas contar cuando tengas un mal día. Y pasa todo el tiempo que puedas con ellos. 
  • Sé agradecido. Por cómo eres, lo que tienes y lo que puedes aprender y conseguir con tu esfuerzo. Dar las gracias por las cosas buenas hace que las valoremos y amplifiquemos, tomando conciencia de ellas y pensando de una forma más positiva. Pueden hacerse muchas cosas para sentirse bien con uno mismo, pero éstas cuatro son básicas e imprescindibles porque, como afirma el psicólogo Daniel Goleman, autor de «Inteligencia emocional»: «Tener bienestar interior, un punto de vista positivo y relaciones afectuosas son los caminos más fiables hacia una vida plena. Yo llamaría a eso "éxito"». 

«La felicidad es íntima, no exterior, y por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos» Henry Van Dyke, escritor norteamericano.

Todo son ventajas
Sentirse bien con uno mismo te aporta un sinfín de beneficios.

  • Mayor benevolencia: Juzgas a los demás y a ti mismo con más bondad y clemencia, evitando las críticas corrosivas. 
  • Más flexibilidad: Al sentirte más seguro, aceptas y adaptas otras formas de pensar. 
  • Capacidad de decisión: Por la misma razón anterior, tienes menos dificultades para tomar resoluciones buenas para ti. 
  • Aumenta tu creatividad: Estar abierto a las experiencias alimenta la mente y estimula la creatividad. 
  • Fomenta las relaciones: Éstas son más fluidas y fáciles, y te sientes a gusto con ellas. 

Actividades que aumentan el grado de satisfacción
Hay acciones que acrecientan la felicidad, como éstas que se han comprobado científicamente.

  • Viajar. Nos relaciona con otras culturas, paisajes, comida, idiomas, etc., cosa que incrementa las conexiones neuronales, refuerza la mente y potencia la creatividad, proporcionando experiencias gratificantes. 
  • Escuchar música alegre. Hace sonreír y aumenta la sensación de bienestar. Además, permite detectar rostros sonrientes a nuestro alrededor. 
  • Pasear por el campo. Un microbio (Mycobacterium vaccae) que inhalamos al pasear estimula la serotonina (neurotransmisor de la felicidad) y parece ser una de las causas del buen humor que provoca esta actividad. 
  • Llorar con una película. Cuanto más triste, mejor: los dramas nos hacen pensar en la propia situación y las personas que amamos, y apreciar lo que tenemos. 
  • Practicar buen sexo. Quienes practican más sexo y de mejor calidad (valorado en función de la satisfacción emocional y física con su pareja) son más felices. 
  • Mantener la mente ocupada. Es la mejor forma de evitar que divaguemos y aparezcan pensamientos negativos. 
  • Conversar sobre experiencias agradables. Las revivimos y recordamos deforma gratificante, y se potencia la conexión con nuestros interlocutores, cosa que no sucede si la conversación trata sobre objetos materiales. 
  • Sonreír. «Una sonrisa es una línea curva que lo endereza todo», decía la actriz Phyllis Diller. Está comprobado que sonreír nos hace más felices, aunque los científicos aún no han descubierto el porqué. 


Fuente: Revista PRONTO

www.pronto.es








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