miércoles, 12 de octubre de 2016

Diez mitos sobre los alimentos que debes olvidar


Con el paso del tiempo, se han ido creando en la conciencia colectiva numerosas leyendas sobre los productos que ingerimos. La dietista-nutricionista Eva Castro desmonta las más comunes

Los mitos en alimentación son algo a la orden del día. Nos alimentamos de ellos desde que somos pequeños a través de personas que nos rodean (familia, amigos, vecinos, etc.). Estos mitos no sólo tienden a confundirnos sino que pueden influir en nuestros hábitos alimentarios e incluso perjudicarnos. A continuación desmontamos algunos de ellos.

El pan engorda

  • El pan es rico en hidratos de carbono, nutriente que necesitamos en mayor proporción y que constituye la base de la dieta mediterránea.
  • La composición del pan es la misma por dentro que por fuera, por lo que si queremos ingerir menos calorías, se debe consumir menos cantidad, no quitar parte de él, como la miga.
  • Lo que suele aumentar las calorías del pan suele ser lo que le acompaña: salsas, embutidos, mantequilla, mermelada, etc.

La fruta como postre es mala

  • Una fruta aporta las mismas calorías antes o después de las comidas, por lo tanto el orden en que se ingieren los alimentos a lo largo del día no influye en el aporte energético.
  • La ventaja de consumirlo antes de las comidas es que gracias a su contenido en fibra y agua producen un efecto saciante.

El vinagre mata los glóbulos rojos

  • Nuestro estómago contiene unos ácidos mucho más fuertes que el ácido acético del vinagre, y por supuesto cuando ingerimos vinagre nunca entra en contacto directo con nuestra sangre, por lo que este mito no tiene ningún tipo de fundamento.

Beber agua durante las comidas engorda

  • El agua es un alimento acalórico, es decir, sus componentes no proporcionan energía, por lo que no engorda si se toma antes, durante o después de las comidas.
  • Beber agua antes de las comidas puede producir un ligero efecto saciante, pero nada más.

No hay que mezclar

  • Existe un tipo de dietas que consiste en no mezclar en la misma comida alimentos ricos en hidratos de carbono con alimentos proteicos.
  • Evidentemente, estas dietas no tienen ningún fundamento científico, ya que la mayoría de los alimentos son una mezcla de nutrientes, no contienen en exclusiva uno de los citados macronutrientes, salvo que estemos hablando de aceite, azúcar o harina.
  • Y, por supuesto, nadie lleva una dieta a base de aceite, azúcar o harina exclusivamente.

Lo light adelgaza

  • Un producto light es aquel al que se le ha reducido o eliminado alguno de sus componentes calóricos.
  • Esto quiere decir que contiene menos calorías que la versión no light, pero en ningún caso que esté exento de ellas, por lo que los productos light también han de consumirse con moderación.

¿Y las frutas ácidas?

  • Ningún alimento tiene la función de adelgazar.
  • Para quemar la grasa que nos sobra es imprescindible ingerir menos calorías que las que el cuerpo necesita y aumentar la práctica de ejercicio.

Es malo beber leche y zumo de naranja

  • La leche con zumo no es más que leche y zumo. El aspecto que adquiere la mezcla no es muy atractivo que digamos, pero no es en absoluto perjudicial.
  • Hay que tener en cuenta que en el estómago tenemos un ácido mucho más fuerte que el zumo de naranja y que el zumo de limón: se trata de ácido clorhídrico.
  • Así que cada vez que bebemos leche se corta en nuestro estómago.

El huevo aumenta el colesterol

  • Siempre se ha relacionado el consumo de huevo con el aumento de colesterol y riesgo cardiovascular, pero no es así en ningún caso.
  • La evidencia científica ha demostrado todo lo contrario, que contribuye a aumentar los niveles de elementos cardioprotectores, por lo que una persona sana, que lleve una dieta variada y un estilo de vida saludable puede consumir hasta un huevo al día sin que esto suponga un riesgo para su salud.

Hacer dieta es solo para una temporada

  • Una alimentación saludable es un estilo de vida, por lo que una “dieta” no es para hacerla en la época que queremos perder unos cuantos kilos y después volver a la rutina anterior.
  • La clave es adoptar unos hábitos de vida saludables y adaptarlos a cada uno para conseguir que se mantengan en el tiempo y con ello, la pérdida de peso deseada.




Fuente: El Norte de Castilla





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