lunes, 3 de octubre de 2016

Vence la rutina



ABRIRSE A LO NUEVO DISPARA NUESTRA CAPACIDAD DE DISFRUTE Y DE ADAPTACIÓN 

«Uno tiene en sus manos el color de su día: rutina o estallido», decía el poeta Mario Benedetti. Cada nuevo amanecer nos brinda la oportunidad de dar un pequeño giro a nuestra vida. Ceder paso a la improvisación y vivir con entusiasmo cualquier pequeña (o gran) motivación son dos buenas formas de sacar a relucir nuestro espíritu más aventurero, ¿Aceptas el reto? 

«A fuerza de repetir los mismos hábitos y tareas se va estrechando nuestro margen para imaginar y romper moldes», afirma el escritor Francesc Miralles en uno de sus artículos. Para algunas personas, las rutinas son un elemento de comodidad, control y seguridad; mientras que para otras es sinónimo de previsibilidad y aburrimiento. Si tienes la sensación de que la monotonía se ha adueñado de tu día a día o te sientes estancado, da un golpe de timón, "El viaje más apasionante -advertía Goethe- es aquél que se emprende sin saber adónde ir”.

Es cuestión de atrevimiento

  • Placer consciente. Para salir de la rutina y disfrutar de los momentos únicos que tiene la vida, a veces, basta con poner en práctica la apreciación. Tomar conciencia del goce que significa dar un paseo bajo el sol de otoño, hacer el aperitivo fuera, ver un capítulo de tu serie favorita, saborear una onza de chocolate negro, abrazar a un ser querido, etc, multiplica el disfrute. Cuando eso suceda, repítete para tus adentros: «Qué a gusto estoy», «Qué bien me siento», «Esto es justo lo que necesitaba», etc. Wayne Dyer insiste en esta idea en su libro «Tus zonas erróneas»: «De ti y de las elecciones que hagas depende que las experiencias de tu vida sean estimulantes y agradables».
  • Abierto a lo desconocido. Albert Einstein, un hombre que dedicó toda su vida al estudio de lo desconocido, no sólo disfrutaba adentrándose en terrenos misteriosos, sino que consideraba que ahí estaba la verdadera fuente de inspiración y creación en el arte y la ciencia. ¿Por qué nos resistimos, entonces, a experimentar nuevas sensaciones? Porque identificamos, según señalan los expertos, lo desconocido con el peligro. No se trata de ser temerarios -dejar nuestro trabajo sin tener otro, poner nuestra vida en riesgo practicando un deporte de aventura, etc.-, sino de probar comidas nuevas, interesarse por géneros literarios o cinematográficos diferentes, visitar sitios donde nunca antes hemos estado (museos, bares, barrios, ciudades, etc.), disfrutar del sexo con un enfoque más imaginativo, etc. 
  • Rompe las cadenas de la rigidez. «Los hábitos pueden liberarnos -asegura el filósofo José Antonio Marina en "La inteligencia fracasada"- pero también esclavizamos». Cuestionar las rutinas establecidas para buscar nuevas perspectivas y soluciones puede resultar, incluso, productivo. Según advierte Marina, «muchos de los fracasos más estrepitosos de empresarios y políticos se atribuyen a la creencia de que lo que funcionó en un caso debe funcionar siempre».

«Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina. Es mortal». Paulo Coelho, escritor brasileño.
BAJO EL INFLUJO DE LAS BUENAS VIBRACIONES
Las emociones, tanto las positivas como las negativas, se contagian a la velocidad de la luz, gracias al trabajo de las neuronas espejo, las responsables de que, por ejemplo, un bebé llore cuando oye a otro sollozar o nos sintamos alegres en compañía de personas risueñas.

  • SÉ SELECTIVO. Elige bien los ambientes que frecuentas, especialmente, en tu tiempo libre. Si te rodeas de personas entusiastas, te será más fácil disfrutar de esas buenas vibraciones, dar rienda suelta a tus pasiones y compartir tus ilusiones con los demás. «La capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual», afirmaba el médico Gregorio Marañón . 
  • ALIMENTA TU INTERÉS. ¿Necesitas un cambio de aires? ¿Traspasar tus límites? Apúntate a un taller, estudia un idioma, practica un nuevo deporte o, simplemente, recupera un viejo «hobby». «El factor sorpresa y la sensación de descubrimiento nos reportan una gran sensación de bienestar», asegura la psicóloga Laura Rojas Marcos. Recuerda que nunca es tarde para probar cosas nuevas ni conocer a gente diferente. 
  • CULTIVA EL BUEN HUMOR. ¿Sabías que un minuto a carcajada limpia equivale a una sesión de relajación de 45 minutos? La risa, al igual que el ejercicio físico, aumenta la liberación de endorfinas, las hormonas de la felicidad. Así que busca la compañía de gente que te haga reír y muestra tu vis cómica. No hay manera más rápida y efectiva de descargar tensiones y de crear lazos de conexión entre las personas.

LAS TRAMPAS DEL EXCESO DE PLANIFICACIÓN.

  • “Siempre ha de haber un motivo”. Tendemos a pensar que hay que tener una buena razón para hacer algo. De ahí que nos cueste salir a caminar sin rumbo, comprar un regalo porque sí, etc. AI igual que un niño juega con un saltamontes durante horas sin más motivo que la diversión, puedes hacer cualquier cosa por el mero placer de hacerla sin tener que encontrarle un sentido o una justificación. «El buscar motivos para todo es el tipo de pensamiento que te aleja de las experiencias nuevas y estimulantes», advierte Wayne Dyer. 
  • “Siempre hay que tener un plan”. La espontaneidad planificada no existe. Para abrirse a lo nuevo hay que dar margen a lo imprevisible. Si bien la agenda sirve para organizarnos mejor, evita que se convierta en una lista de tareas obligadas donde no cabe la improvisación o la sorpresa. «No dejes que los planes que tienes para ti sean más importantes que tú mismo», recuerda Dyer. 



Fuente: Revista PRONTO

www.pronto.es





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