Una oruga iba caminando un día hacia una gran montaña cuando
un saltamontes le preguntó: «¿A dónde vas?». Sin dejar de caminar,
la oruga contestó: "Soñé que subía a la montaña y, desde allí, veía todo
el valle. Me gustó lo que vi y he decidido realizarlo”. La langosta le dijo:
"¡Debes de estar loca! ¿Cómo llegarás allí? Para ti, un charco es como un
lago y una piedra, una colina infranqueable... “.
Pero la oruga no le escuchó. Más adelante, también un topo,
una araña y una rana le aconsejaron desistir. "Nunca podrás realizar tu
sueño”, le avisaron. Agotada y sin fuerzas, la oruga paró para descansar y
construyó un lugar en el que pernoctar: "Mañana estaré mejor”, dijo justo
antes de morir.
Al enterarse de la noticia, los animales del valle fueron a
ver sus restos: ahí estaba el más loco de todos, que había muerto por un sueño
mientras dormía en su refugio. Pero de pronto, la construcción se quebró y
surgió una hermosa mariposa que salió volando hacia la montaña.
Todos se habían equivocado. Siempre tenemos que intentar
conseguir nuestros sueños y, si vemos que no podemos, tal vez debamos
detenernos para hacer un cambio radical en nuestra vida. No olvidemos que el
éxito en la vida no se mide por los logros, sino por los obstáculos que hemos
tenido que superaren el camino.
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