lunes, 24 de octubre de 2016

¿Gafas o lentillas? Elige la mejor opción en cada caso


Ambas propuestas son válidas para corregir casi todos los problemas de visión, por lo que escoger una u otra depende más de los gustos personales y la comodidad que de sus ventajas e inconvenientes. 

Aproximadamente, la mitad de la población española tiene problemas de visión que, por fortuna son sencillos de subsanar en el presente con el uso de gafas o de lentes de contacto. Ambos sistemas de corrección visual son eficaces, aunque tienen virtudes y algunos inconvenientes que conviene tener en cuenta para elegir el que más se adapte a las necesidades y expectativas del usuario.
Pros y contras de cada una
Estética, comodidad y mejor visión son las razones que tanto los usuarios de gafas como los de lentillas destacan para preferirlas. Pero hay muchas más.

  • GAFAS. Son la corrección más habitual a los trastornos visuales, entre otros motivos porque las lentes de cristal llevan entre nosotros desde el siglo XIII, aunque ya antes se utilizaban "piedras para leer” (cuarzo, berilio).
    • Ventajas.
      • Actualmente son cómodas de llevar debido a que pesan poco, gracias a los nuevos materiales utilizados, y las monturas se han convertido en un complemento de moda con una amplia oferta.
      • Las gafas, a diferencia de las lentillas, no requieren un mantenimiento especial, aparte de limpiarlas con un paño de tela adecuado para evitar rayarlas.
      • Las lentes antirreflectantes son muy adecuadas para trabajar con ordenador, ya que disminuyen las molestias de la emisión de luz, y también para conducir de noche, evitando el deslumbramiento de los puntos luminosos. 
    • Inconvenientes.
      • Las gafas limitan el campo de visión al tamaño de la lente, por lo que si se escogen pequeñas, el área que abarca la vista es reducido y hay que mover la cabeza para ver bien los laterales.
      • Las gafas graduadas con muchas dioptrías pueden ser pesadas e incómodas de llevar, aunque hoy existen materiales que reducen notablemente este peso, pero incrementan su precio.
      • Tienen, ademas, pequeños inconvenientes: se empañan, se mojan si llueve y limitan algunas actividades, ya que pueden caerse o dañarnos en caso de recibir un golpe en el rostro (Jugando o practicando deporte) . 
  • LENTES DE CONTACTO. Las lentillas permiten la corrección de la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia (vista cansada), ya que, en este caso, existen lentes de contacto multifocales que funcionan de forma similar a las lentes de cristal progresivas. 
    • Ventajas.
      • Aunque parezca que un cuerpo extraño en el ojo deba molestar, lo cierto es que son cómodas de usar y, al estar en contacto con la córnea, la imagen proyectada es mejor que con las gafas: el tamaño de los objetos es más realista, existe una menor distorsión de la imagen y el campo visual es el que abarcan los ojos, no el que delimitan las gafas, por lo que la visión lateral es nítida.
      • No se caen, no se empañan y tampoco producen reflejos, siendo muy adecuadas en algunas situaciones como la práctica de deportes.
      • Además, con lentillas puede usarse cualquier gafa de sol.
      • Aunque muchas personas las eligen sólo por una cuestión emocional: se sienten más atractivas o libres sin las gafas. 
    • Inconvenientes.
      • Requieren unos días de adaptación antes de usarlas, así como cierta habilidad para ponérselas y un mantenimiento diario (aunque esto no es necesario en el caso de las lentillas desechables diarias).
      • Es imprescindible mantener unas normas de uso y una higiene escrupulosa para evitar irritaciones e infecciones, así como evitar su uso continuado durante más de diez horas, para que el ojo "descanse".
  • USO COMPATIBLE. Los ópticos y optometristas están de acuerdo en que la mejor opción para corregir los trastornos visuales y que éstos no interfieran en la calidad de vida es complementar la utilización de gafas y lentillas, en función de la actividad a realizar.
    • Los usuarios de lentillas no deben usarlas todo el día, por lo que es imprescindible que dispongan de unas gafas.
    • Y quienes sólo usan éstas se pierden las indudables ventajas de visión y de libertad de movimiento que les ofrecen las lentes de contacto. 

Qué necesitas si tienes:

  • ASTIGMATISMO. Provoca imágenes distorsionadas o borrosas a cualquier distancia. Las lentes correctoras se llaman tóricas y se realizan tanto en gafas como en lentillas. 
  • HIPERMETROPÍA. Cuesta ver los objetos cercanos porque no se enfocan bien. Se utilizan lentes convexas o positivas (+) y pueden usarse gafas y lentillas. En hipermetropías elevadas, las lentes de contacto ayudan a mejorar el campo visual, ya que el aumento de tamaño de los objetos que provoca la lente limita la visión periférica. 
  • MIOPÍA. No se ven bien los objetos a cierta distancia. Se utilizan lentes cóncavas o negativas (-). Pueden usarse tanto gafas como lentes de contacto, aunque en este caso se consigue una mejoría de la agudeza visual y la imagen periférica con el uso de lentillas, que es más apreciable cuanto mayor es el grado de la miopía. 
  • PRESBICIA. La vista cansada impide ver bien de cerca, por lo que se requiere el uso de gafas «de lectura», bifocales o progresivas. Actualmente, existen lentillas multifocales que también corrigen este trastorno, aunque suelen requerir varios ajustes para adaptarse a la visión de las diferentes distancias. 

Lentes de cristal o de plástico
El material de las lentes también ha evolucionado y hay que tenerlo en cuenta en el momento de escoger unas gafas para que se adapten a nuestras necesidades.

  • Minerales o de cristal. Son las más comunes, ya que son resistentes a los arañazos y más económicas que el resto. Están fabricadas en vidrio natural y permiten reducir el espesor de las graduaciones altas, así como mezclar varios materiales (como en la presbicia), mejorando la estética. 
  • Orgánicas o de «plástico». Más ligeras que las anteriores, son muy adecuadas para niños y deportistas al ser resistentes a los golpes y a las partículas incandescentes. Se aconsejan para graduaciones bajas y medias. 
  • Policarbonato. Son finas, ligeras y tienen una gran resistencia a los impactos, aunque son más caras. 

Lentillas: Duras, blandas, diarias… conócelas todas
Existen diversos tipos de lentillas, más allá de la clásica distinción entre blandas o duras.

  • RÍGIDAS. Las lentes duras han evolucionado desde que aparecieron en 1970.Ahora son «lentes rígidas permeables al gas» y, aunque mantienen su forma sobre la córnea, son más flexibles y permiten el paso del oxígeno. 
  • BLANDAS. Son las preferidas por su mayor comodidad de uso. Están elaboradas con diversos materiales, las más recientes de hidrogel de silicona. Permanecen mejor en su sitio que las duras y permiten que el ojo «respire». 
  • DESECHABLES. Son lentes blandas que tienen una duración determinada: diarias, quincenales, mensuales o anuales. Deben retirarse por la noche, limpiarse y guardarse en una solución acuosa prescrita por el óptico, excepto las diarias. También existen lentillas blandas desechables denominadas «de uso prolongado» que pueden utilizarse mientras se duerme, aunque deben limpiarse una vez a la semana y presentan más riesgo de infecciones que el resto. 
  • NOCTURNAS. Son lentes ortoqueratológicas, es decir, que reducen la miopía y el astigmatismo durante el sueño y permiten una visión nítida de día sin gafas ni lentillas (en miopías inferiores a -6 y astigmatismos inferiores a -1,50). Son rígidas y actúan sobre la forma de la córnea, modificándola. Sus efectos desaparecen a las 24-72 horas si se dejan de usar, ya que el ojo vuelve a su estado natural. Son eficaces en niños y adolescentes con miopías evolutivas para controlar su progresión. 


Fuente: Revista PRONTOwww.pronto.es



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